Agustín, así lo bautizaron las enfermeras del Servicio de Maternidad del Hospital Rawson que cuidan todos los días de él. El bebé tiene apenas 16 días de vida, padece epilepsia y fue abandonado por su madre biológica, quien quiso darlo en adopción porque no puede criarlo. Intervino el Tercer Juzgado de Familia.
El pequeño nació el 6 de junio, día en el que su mamá les confesó a los médicos que no podía hacerse cargo de él. No hay datos oficiales de la mujer, sólo que es mayor de edad y estuvo sola cuando fue a dar a luz. Tampoco hay datos del padre. Desde la Justicia investigan el caso y la situación socioeconómica de la familia.
"No hay que tomar el caso como una madre que abandona su hijo, es un acto de amor hacerlo para garantizar el bienestar del niño", dijo Patricia Sirera, asesora de Menores, a Diario de Cuyo. La Justicia valora la actitud de la mujer de entregarlo a una familia que pueda contenerlo en todo aspecto: psicológico y económico.
Mientras tanto el bebé sigue internado en neonatología, peleando contra las dificultades que se le presentan por la epilepsia. Más allá de la decisión de la mamá, la ley dice que tiene hasta los 45 días del nacimiento para cambiar de opinión. De mantener su postura, Agustín podría ingresar a uno de los Hogares del ministerio de Desarrollo Humano o a la Casa Cuna.