En la madrugada del miércoles falleció Julieta Viñales, la joven sanjuanina que había quedado en grave estado después de ser operada de las amígdalas. La chica tenía 18 años y había sufrido una hemorragia una semana después de ser intervenida quirúrgicamente, producto de una fisura en la arteria carótica. Tenía muerte cerebral y su estado era realmente delicado. El profesional que la operó, identificado como Maximiliano Babsía, fue denunciado por mala praxis y lesiones graves.
La adolescente vivía en Buenos Aires, donde estudiaba Medicina, pero había llegado a San Juan la primera quincena de febrero para pasar sus vacaciones y de paso aprovechar para ser intervenida quirúrgicamente en una clínica privada. Sin embargo una operación que debía ser simple y sin complicaciones terminó de la peor manera. El viernes 14, cuatro días después de que le extirparon las amígdalas, quedó internada en el Hospital Rawson por una fuerte hemorragia que le provocó un paro cardiorrespiratorio y que quedara en estado vegetativo.
De acuerdo a la publicación de Diario Huarpe los padres de la joven, Cintia Aboal y Leonardo Viñales, denunciaron por mala praxis y lesiones graves al otorrinolaringólogo que la operó. Según la familia siempre hubo algo sospechoso porque desde que Julieta quedó grave, el médico no volvió a comunicarse con ellos y prácticamente se borró. El abogado del profesional, Gustavo de la Fuente, declaró que su defendido "está shockeado, en la provincia, en su casa, tratando de sobrellevar la situación".
El caso ahora quedó en manos de la fiscal Silvina Gerarduzzi y de Matías Parrón, titular del Quinto Juzgado Correccional.