Un joven que estuvo detenido en la comisaría de Tartagal denunció que sus compañeros de celda abusaron de él en dos ocasiones y que lo mantenían amenazado para que no contará sobre los sucedido a los guardias. Se animó a contar su calvario cuando tuvieron que hospitalizarlo por problemas respiratorios que derivaron en sospecha de coronavirus.
El presó contó que los detenidos tenían un celular dentro de la celda y que cuando los guardias realizaron requisas dentro del lugar para encontrarlo, tres hombres de apellido Villarroel, Colque y Mamaní le introdujeron a la fuerza un celular con teclado y un cargador, mientras otro detenido le puso una punta en el cuello para que se quedara quieto. El declarante recordó además que después de la requisa, los causantes le extraían el aparato y el cargador introduciéndole directamente la mano. Fue en dos ocasiones y por las mismas personas.
Tras conocerse la denuncia la fiscalía ordenó que se proceda a hacerse examinar con el médico legal Marco Barrionuevo, quien diagnosticó que el denunciante “presenta defloración reciente y dilatación en la zona del ano y recto”. El fiscal ordenó la detención de los causantes por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y en pocas horas el Juzgado de Garantías 1 ordenó hacer lugar a lo solicitado por la Fiscalía.