La provincia de Salta ha sido cuna de varios de los artistas más reconocidos de todo el país, no solo en el ámbito musical y audiovisual, sino también en el de las artes plásticas. Conocé el trabajo de Manuela Fleming Cànepa que nos invita a reflexionar a través de sus obras.
En un mundo postpandemia fuertemente marcado por la tecnología, Manuela se abre paso en la Ciudad de Buenos Aires, invitándonos a reflexionar, experimentar y revivir la relación a través de la piel y el tacto.
Es oriunda de Salta Capital, y durante el mes de agosto fue parte de una muestra sobre la vinculación con el otro, un tema clave luego de lo que vivió el mundo por el coronavirus. Como parte del fin de residencia del taller R.A.R.O., esta joven de 25 años presentó su proyecto.
El disparador de esta obra fue un interrogante sobre la piel, llamando a realizar una obra propia y una reflexión sobre cómo es habitar el cuerpo propio. De esta convocatoria participaron 57 artistas emergentes de todo el país que volcaron en imagen y palabras su experiencia con las manchas, arrugas, cicatrices y demás marcas o colores de su ser.
Como cuenta Manuela, al poder leer y experimentar estas historias pudo ser testigo de que, a pesar de las relatividades de cada persona, la piel se convierte en un unificador de las mismas luchas y dolores del paso del tiempo.
¿Cómo es la obra de Manuela Fleming?
Con los resultados de esta convocatoria, la artista creó una síntesis propia para hablar del otro, lo que la llevó a crear un cuerpo otro, “ajeno al mío” que le permitiera crear una especie de piel colectiva creada con distintas telas brillantes, rugosas o marcadas en distintas tensiones.
Remarca, además, que “está mal cosido porque tiene esta idea de estar en constante transformación; que está así, pero podría ser distinto”. Este trabajo lo realizó durante su paso por Tacurú Textil, un espacio a cargo de Silvina Romero.
El objetivo es representar y llamar a la reflexión de la capacidad de conexión que nos permite la piel, a través de sus grandes diferencias; así como también el volumen y la corporeidad del individuo. “Trabajo también en replicar las formas del volumen […]: lo cóncavo y convexo, lugares con contracciones, con superficies lisas; cómo la piel cambia en distintas partes del cuerpo de acuerdo a la utilidad que tienen”, sostuvo.
Otros trabajos de Manuela Fleming
Luego de esta experiencia, la artista realizó una foto-performance con la obra en el taller Dulce de Augusto Zaquetti y Gabriela Luraschi. Durante la misma, buscó mostrar este objeto no como un traje para ponerse, sino más bien un cuerpo al que se ingresa.
“El montaje tiene que ver con la tensión constante en este intento de entrar en la piel del otro; en el ingresar y fundirse realmente en la piel del otro sin prejuicios, y cómo hay también miedos en este proceso”, explicó. Lo llamativo es que en el registro fotográfico puede verse como la piel de la artista se fue marcando en rodillas y pies, mostrando el peso de llevar estas pieles.
La relación de Manuela Fleming con la piel
Esta increíble muestra y presentación se dio gracias a la convocatoria para artistas del interior del país en las residencias R.A.R.O., y desde una primera instancia Manuela buscó trabajar con el peso de lo colectivo y la cocreación a través de la piel y el tacto.
No es una temática nueva para la artista, quien se formó como Licenciada en Artes Visuales en la Universidad del Museo Social Argentino. En el 2014, se egresó de esta institución con una tesis textil que nació de un seminario brindado por Alejandra Mizrahi, creando un diálogo entre el cuerpo, la piel, la materialidad y la interacción.
Manuela y su vínculo con Salta
En cuanto a sus raíces, la artista confiesa que el trabajar con este material la une con su provincia y su arte local, el cual estuvo creciendo en las últimas épocas. “Tengo toda la expectativa de volver y poder exponer en Salta”, sostiene, agregando que hay una gran cantidad de artistas salteños que están desarrollándose. “Mi idea es poder volver a mi provincia y potenciar el circuito artístico local”, señaló.
La pandemia no frenó el arte de Malena Fleming
La obra se mostró particularmente dificultosa pero relevante en el contexto de la pandemia: Manuela fue seleccionada para una beca parcial en R.A.R.O. en abril del 2020, pero a causa del contexto del país, el inicio de esta se pospuso. La misma pudo empezar en febrero del 2021.
La artista salteña fue la primera en poder trabajar de forma presencial, pero toda su experiencia fue transitada por la pandemia, desde la asistencia, a la compra de materiales, el encuentro con otros artistas y las visitas culturales. La bienvenida al taller fue un bálsamo para un sector muy golpeado, y en todo momento se cuidaron de mantener la distancia y seguir las indicaciones de bioseguridad.
La muestra de las residencias R.A.R.O. se dio entre el 27 de agosto y el 3 de septiembre del 2021, en Espacio Belgrado. De la misma participaron Manuela Fleming, la artista bonaerense Mariana Canizzaro y la cordobesa Daniela Paloque.
Actualmente, la artista salteña continúa trabajando en su obra propia y explorando el sentido del tacto y la piel dentro del arte, así como también trabaja como parte de la prensa, agenda y preparativos de las muestras de otros residentes en R.A.R.O.