Si se trata de guerreros, sin dudas, debemos nombrar a la pequeña Florencia Agustina Gonza, oriunda de Salta, quien, sin haber cumplido un año, le diagnosticaron una complicada falla hepática.
Meses más tarde, la salteña de 10 años tuvo la suerte de obtener el 1 de julio de 2014 un trasplante de hígado gracias al Hospital Garrahan, ubicado en Capital Federal, Buenos Aires. La intervención quirúrgica realizada por los especialistas fue exitosa, pero, sin embargo, tuvieron que trasladarse varias veces a la provincia para que le hagan los controles indicados a la joven.
¿Cómo siguió el proceso de Florencia?
Con el tiempo, la vida siguió poniendo a prueba a la niña, debido a que, poco tiempo después, ingresó mediante sus vías biliares un desconocido virus que fue deteriorando su hígado, a tal punto que debió ingresar nuevamente al quirófano y someterse a otra operación.
“Lamentablemente un virus muy potente afectó su nuevo hígado. El segundo trasplante se le realizó en el año 2017, pero esta vez con un pedacito de hígado de una persona viva, debido a que este órgano puede llegar a regenerarse”, explicó su tía Laura en diálogo con El tribuno, quien cuidó a las hermanitas de “Flor” de 5 y 10 años para que su madre pudiera viajar a Buenos Aires y quedarse con ella.
El resultado de la segunda intervención fue un éxito, pero los médicos indicaron que muy pronto deberían realizarle uno nuevo, pero, esta vez, con otro órgano cadavérico. En consecuencia, la pequeña y su mamá continuaron con los traslados hacia el hospital para mantener limpios los drenajes.
“Su salud fue con alternancias, un tiempo estaba bien, después tenía serias recaídas. Por esa razón, ingresó nuevamente a una lista de espera para un nuevo trasplante. Por suerte, Florencia consiguió otra vez un hígado y la operación se llevó a cabo el pasado sábado 17 del 2021″, indicó su tía.
La segunda parte de la operación duró un total de 9 horas, aunque, fue ayudada por una cámara de oxígeno para respirar y dormir con normalidad.
“Solo esperamos que se recupere para tenerla con nosotros. Es un ejemplo de vida, su fortaleza y ganas de vivir fueron fundamentales para que todo saliera bien”, destacó Laura.
A pesar de la complicada niñez de Florencia, día tras día, ha demostrado que sueña con salir adelante en esta dura batalla, con la ayuda de los médicos del hospital y su familia que la contiene en este difícil proceso, pero tampoco imposible, donde los pequeños guerreros jamás se rinden.