Todo sucedió en julio de 2018, cuando una niña de cinco años, que había quedado al cuidado de su hermana de 17, jugaba con un grupo de amiguitas en la vereda de su vivienda del el asentamiento 2 de Abril, en la ciudad salteña de Orán. Mientras las pequeñas jugaban, un motociclista se les acercó, frenó al lado de la menor, la subió a la fuerza a la moto y huyó a toda velocidad.
Las niñas corrieron desesperadas a dar aviso a una vecina, quien inmediatamente llamó a la Policía local. Efectivos de la fuerza armaron un impresionante operativo cerrojo para dar con el paradero de la niña y su secuestrador, que finalmente, tras horas de angustia, fueron localizados en una vivienda de Hipólito Yrigoyen.
El hombre tenía captiva a la pequeña de cinco años dentro de la vivienda, y los efectivos lo detuvieron en el lugar. La menor mostraba claros signos de abuso, y según se pudo saber, el degenerado la había llevado a un camino rural donde abusó sexualmente de ella.
Víctor Javier Jeréz, de 42 años, fue imputado por los delitos de rapto y abuso sexual gravemente ultrajante, y se dio a conocer que el juez de Garantías 1 de Orán, Francisco José Oyarzú, ordenó elevar la causa a juicio.
Prófugo de la Justicia
El 26 de Octubre de 2018, cinco peligrosos presos se fugaron de la Comisaría N°22 de Hipólito Yrigoyen, provincia de Salta. Entre los cinco, se encontraba Víctor Javier Jeréz. Todo parecía indicar que se escaparon de la dependencia policial tras limar una de las rejas de la celda.
El personal policial recién se dio cuenta cuando realizó el recuento de las personas detenidas, y le faltaban estas cinco.
Cerca de las 16 del sábado 27 de Octubre, Jeréz fue recapturado.