El reconocido pintor Eduardo Malara trae a Salta su obra, que se expondrá en la Casa de la Cultura desde el 1 y hasta el 15 de abril.
Eduardo Malara nació en Buenos Aires en 1948. Su pintura, de neto corte impresionista, lo condujo a transitar los caminos de los clásicos figurativos argentinos. Eduardo plasma en el lienzo paisajes de Buenos Aires, del litoral, salteños o cordobeses, y siempre lo hace con mucha frescura, transmitiendo una gran calma.
Malara es un pintor autodidacta, que trabaja sin condicionamientos desde lo académico. Sin embargo, ha capturado con gran sensibilidad la luz y las distancias de los paisajes rurales argentinos. Sus pinceles y espátulas aplican generosa materia y los gruesos empastes confieren carácter a su obra.
Coleccionistas argentinos, latinoamericanos y europeos, poseen gran cantidad de sus obras; y diversas galerías de Nueva York, Pensilvania y California exponen sus pinturas.
Un dato anecdótico lo constituye la sigla "pgD" debajo de su firma en cada obra; se trata de un reconocimiento a Dios, de quien el artista asegura haber recibido la gracia de poder expresar su arte. El significado textual de estas tres letras es "para la gloria de Dios".
Enamorado de la cultura musical y poética salteña, en 1966 y apenas con diecisiete años, viajó solo por primera vez a Salta para conocer aquellos lugares a los cuales sus poetas le han cantado; entonces también se enamoró de sus paisajes. Desde entonces ha regresado en numerosas ocasiones. En sus palabras: "Primero me enamoré de su música y sus poetas. Luego y apenas con 17 años, me subí a un tren y llegué a Salta por primera vez; entonces su paisaje y su gente llenaron mi corazón. Hoy como pintor, rindo mi homenaje a modo de pequeña devolución por todo lo recibido de esa bendita provincia".