Los artistas salteños reclaman por su trabajo desde marzo, pues se encuentran atravesando un momento crítico económico. Especialmente, están inconformes con los planes de la Secretaría Cultural, y sostienen que muchas de estas ayudas están pensadas a futuro, mientras que ellos necesitan las soluciones hoy.
Este el caso de La Quipi, una humorista salteña que hace stand-up y expresó su indignación en su página de Facebook. Recuperándose todavía de coronavirus, la artista admitió en diálogo con La Gaceta que sería capaz de animar una fiesta clandestina porque necesita comer y pagar las cuentas.
"Es muy injusto que un cura pueda estar diciendo boludeces frente a un público y yo que lo necesito para laburar, no puedo".
En su publicación, destaca que el rubro artístico y cultural fue abandonado por el gobierno y el Comité Operativo de Emergencia, mientras que la Iglesia, y otros sectores que ejercen presión económica y política ya volvieron a trabajar: "Si hacés un cumple clandestino, despedida de soltera, casamiento, baby shower, bar mitzvah, contratá mi show de stand up, estoy disponible. Si llega la policía, me sé 'Señor me has mirado a los ojos' y podemos fingir que es una reunión religiosa. Llevo las hostias".
"Es muy injusto que un cura pueda estar diciendo boludeces frente a un público y yo que lo necesito para laburar, no puedo", inicia la polémica publicación de La Quipi. Según ella, otros rubros tienen un protocolo elaborado y firmado por alguien del gobierno, mientras que para los artistas se trataría de algo más simple.
La Quipi sostuvo que un protocolo para los trabajadores del sector artístico incluiría medidas como cupos limitados en cada función, distanciamiento entre asientos, restricciones etarias para el público y el elenco, venta de entradas online para no tocar dinero y evitar las filas, y el uso del alcohol en gel. Sin embargo, estas medidas no tienen en consideración que el arte es un campo muy amplio, que incluye a actores, artesanos, bailarines, malabaristas, músicos, humoristas, mimos, cantantes y muchos más.
También sostuvo que la ayuda no puede ser como la que se les brinda a los negocios, puesto que la mayoría no llegan ni a ser monotributistas; que no necesitan capacitarse para saber cómo pagar impuestos, cuando no pueden pagarlos o necesitan más urgente pagar facturas.
Finalmente, la humorista expresó que aunque muchos piensan que todo se puede realizar por streaming, para el actor es muy difícil generar un vínculo a través de una pantalla: "Hay una gran pérdida. No hay cultura posible. Si el artista muere, y no hace lo que ama, está derrotado". Agregó que los artistas "estamos enfermos, tristes, muchos sin IFE ni atención médica. No hay voluntad política para pensar que somos trabajadores con derechos. Ya nos tocarán la puerta para atraer turistas, y el folklorista dirá 'mirá, estoy lavando autos'".