Durante la tarde de ayer, se adoptó una medida que prohíbe la apertura de las 33 ferias barriales durante otros siete días hasta el jueves, tras la reunión de funcionarios municipales con los feriantes.
Esta decisión se tomó luego de una ardua consideración, por una necesidad de cuidar la salud de los feriantes y los compradores. Así lo explicó Bernardo Racedo Aragón, el coordinador de Gestión y Planificación. Agregó que la intendente Bettina Romero también decidió acompañar a los integrantes con un módulo alimentario para colaborar durante esta semana.
Además, Aroldo Tonini, el secretario de Servicios Públicos y Ambientes, explicó que continuarán trabajando con los integrantes de las ferias para profundizar la implementación del alcohol en gel, barbijo y distanciamiento social para cuando termine la suspensión.
El peligro de contagio en las ferias barriales es alto por la cantidad de concentración de personas, el tránsito que hacen los compradores de un barrio a otro y por el contacto de los mismos feriantes.