No alcanzan las palabras para describirlo: envuelto en furia y llanto, un salteño salió del cementerio de Salvador Mazza tras descubrir que el mausoleo de su familia había sido profanado.
El hombre estaba visitando la tumba de su padre cuando descubrió el hecho, que se suma a otros robos en la necrópolis fronteriza.
Según comunica el periodista Raúl Costes, el hombre informó que es la segunda vez que entran a robar al mausoleo de su padre. Le robaron todo: balde, sillas y las fotos de su papá. Además, agregó, al no poder entrar por atrás rompieron una vez más la puerta de vidrio.
Ya han ocurrido hechos similares en el cementerio Salvador Mazza, donde parece no haber respeto por los muertos.