"Murió el principal sostén de la familia", dijo Guido, el hijo mayor de Sandra Palomo, la docente de 53 años asesinada durante el fin de semana en Salta. La mujer había salido a bordo de una Toyota Hilux a hacer unas compras y no regresó. Su familia denunció su desaparición y al cabo de unos horas encontraron su cuerpo en los márgenes del río Arenales.
El joven de 25 años contó a El Tribuno que su mamá tenía planeado hacer unas compras para el bautismo de su nieto y regresar a la casa. "Su cuerpo tenía heridas de arma blanca, fue apuñalada, y varios golpes, al parecer fue con mucha saña. Con la familia acordamos que el cuerpo no será enterrado hasta tanto desde la Fiscalía nos digan que podemos hacerlo. Entendemos que es una forma de colaborar con la investigación", señaló Guido.
La camioneta en la que Sandra salió el sábado apareció abandonada cerca de su casa en Tres Cerritos. Guido contó que adentró había rastros de sangre y rayaduras de uña en una de las puertas. "La camioneta estaba muy sucia por dentro, al parecer quisieron ocultar cosas pero no pudieron", agregó.
Tras el macabro hallazgo, el joven apuntó: "Tenemos algunas sospechas pero no queremos decir nada hasta que no sean argumentos fundados, queremos dejar que la Policía y los investigadores hagan su trabajo como corresponde".