El cierre de Falabella ya no es noticia, aunque las consecuencias de la retirada de la empresa del país siguen marcando el pulso del microcentro de Rosario. Este miércoles retiraron el rotulado de la fachada en un paso más hacia el desalojo del edificio donde supo funcionar La Favorita.
Cerca de las 8 de la mañana, un trabajador subió en un elevador hidráulico de poste en la peatonal Córdoba y empezó a quitar las letras de aluminio con el nombre de la firma de origen chileno. Así, la compañía continúa con la última parte del proceso para abandonar la ciudad después de 24 años.
Falabella había dejado de atender al público el lunes, aunque originalmente pretendían seguir liquidando el stock remanente hasta el sábado 12 de junio. Representantes del personal se reunieron con la gerencia local y allí les informaron que habían decidido adelantar el cierre para prevenir aglomeraciones.
En las últimas semanas, el cierre definitivo había generado colas importantes en la peatonal a pesar de las restricciones por la pandemia de coronavirus. Incluso la Municipalidad había intimado a la empresa para que tomara medidas con el objetivo de evitar ese tipo de situaciones.
Después del fin de semana no volvieron a abrir las entradas al salón de planta baja de la histórica tienda ubicada sobre la calle Sarmiento. Sólo quedaba habilitado un sector para tramitar cambios o devoluciones pendientes mientras se preparaba el envío de la mercadería sin vender a Buenos Aires.