Emiliano Vecchio, que venía de rescindir contrato con Rosario Central por diferencias con la comisión directiva y con el técnico Leandro Somoza, arregló su incorporación a Racing.
Desde el primer momento no hubo feeling entre Vecchio y Somoza, que tras su debut, decidió apartarlo del equipo para que haga un “reacondicionamiento físico”. La decisión no cayó nada bien al Magnate, y marcó el inicio del quiebre de la relación.
Luego Vecchio volvería a ser convocado, pero su trascendencia en el equipo sería mucho menor, ingresando tan sólo algunos minutos desde el banco. La situación se agravó cuando se “filtraron” audios del jugador y de dirigentes con críticas mutuas.
Con una relación que ya no daba para más, se le pidió al jugador rescindir el contrato y así lo hizo, consiguiendo a los 33 años el pase que le permitió buscar nuevos destinos, aunque siempre dentro del fútbol argentino que era su prioridad.
Trascendió que hubo acercamientos de Estudiantes, Talleres, Independiente y Racing, para finalmente terminar optando por esta última opción. La Academia de Avellaneda viene de un semestre en el que empezó con todo, pero se desinfló en el final y terminó eliminado tanto de la Copa de la Liga como de la Sudamericana. Ahora va por la revancha con el ex diez canalla.