A poco más de dos meses de haberse declarado culpable, Leonardo Peiti accedió este lunes a salir en libertad condicional de la clínica en la que fue internado. Se trata del dueño del testimonio más impactante de la investigación sobre juego clandestino y corrupción en Rosario, una causa que sigue abierta al margen de su sentencia.
El empresario y sus abogados se presentaron en una audiencia celebrada por videoconferencia. Dado que estuvo involucrado en otras causas en Rafaela y Venado Tuerto, el debate contó con la participación de fiscales de cada jurisdicción y la resolución favoreció a la defensa.
La jueza Luciana Prunotto determinó que estaban dadas las condiciones para que Peiti deje la clínica a la que ingresó bajo tratamiento psiquiátrico a fines de abril. Antes pasó casi un mes bajo prisión preventiva efectiva por la investigación que develó sus conexiones con el fallecido David Perona, señalado como uno de los mayores responsables del juego clandestino en la provincia.
Según informó el defensor Ángelo Rossini, la Fiscalía Regional de Venado Tuerto se opuso en primera instancia a la salida del empresario. Sin embargo, después retiraron la objeción y quedó allanado el camino para que el rosarino regrese a su casa después de casi un año.
El testimonio de Peiti en 2020 como colaborador desencadenó una crisis institucional en el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Según su declaración, el entonces fiscal regional Patricio Serjal y el fiscal Gustavo Ponce Asahad le cobraban entre 5 y 10 mil dólares mensuales por protección. Además de los exfuncionarios judiciales incriminó al senador provincial Armando Traferri, que todavía no fue imputado.