A partir de un conflicto registrado hace seis años, la Justicia provincial de Rosario ordenó que el casino City Center le pague 8 millones de pesos a un apostador golpeado. La resolución que trascendió este martes se refiere a la demanda de un cliente por los supuestos daños que sufrió durante su visita al complejo de la zona sur.
El hombre que inició el reclamo legal denunció que el personal de la sala de juegos lo retiró mientras estaba usando una tragamonedas. Una vez que lo llevaron a otro lugar, le pegaron y la policía lo echó del establecimiento.
El episodio que investigó el Ministerio Público de la Acusación (MPA) ocurrió el 1° de Mayo de 2016. City Center negó las acciones atribuidas a sus empleados y replicó que el cliente estaba golpeando la máquina con fuerza. Además, la empresa sostuvo que agredió a los vigiladores encargados del control dentro del casino.
Al margen de la denuncia penal, se abrió una disputa en el Juzgado Civil y Comercial 14. En primera instancia, el doctor Marcelo Quaglia se pronunció a favor del demandante y dispuso una multa económica de 5 millones de pesos que se actualizó con intereses. Si la sentencia queda firme, el apostador sólo recibirá el 30 % de ese dinero y el resto será destinado al Grupo de Autoayuda para Familiares y Amigos de Jugadores Compulsivos de Buenos Aires.
Discriminación en City Center e incapacidad parcial por la golpiza
De acuerdo al fallo dictado en los Tribunales provinciales, City Center es responsable por el daño patrimonial que sufrió la víctima. Según consta en el expediente, el hombre agredido tiene una incapacidad parcial permanente del 15 por ciento como secuela de las lesiones que sufrió.
Por otra parte, Quaglia avaló el reclamo por discriminación de parte del casino de Rosario. Según su abogado, al apostador le prohibieron el ingreso desde que ocurrió el incidente y ese fue uno entre varios problemas para esclarecer la situación dentro del establecimiento.
La víctima denunció que durante varios días le sangraron los oídos y detectó el mismo fluido en la orina. Así detalló algunas de las consecuencias de la golpiza que le dieron cuando estaba por cambiar de máquina porque la que usaba no funcionaba correctamente.
Entre otras cuestiones que llamaron la atención dentro de la causa, el magistrado puntualizó que City Center nunca presentó los videos de las cámaras de seguridad de la sala. La empresa argumentó que el material se habían borrado por la captura de imágenes más recientes. “Una mínima conducta diligente hubiera requerido que se cautelen las grabaciones de lo acontecido”, comentó Quaglia.
