Cuatro miembros de la Gendarmería Nacional fueron detenidos este martes por la noche en la zona de Nuevo Alberdi, Rosario, luego de que una pareja denunció que les sustrajeron aproximadamente un millón de pesos durante un control vehicular.
La denuncia se presentó en el puesto fijo de Gendarmería ubicado en Sorrento y Cullen, donde la pareja apuntó directamente a los agentes como responsables del robo. Las autoridades de la fuerza reaccionaron de inmediato y detuvieron a los cuatro gendarmes.
Aunque en el patrullero no se encontró el dinero, la Justicia incautó $760.200 en el baúl de un vehículo particular de uno de los efectivos, $60.000 en otro, y $130.000 escondidos en un baño del destacamento.

El fiscal provincial Iván Enríquez ordenó llevar a los sospechosos a una audiencia imputativa este viernes en el Centro de Justicia Penal. Además, dispuso la inspección de todos los vehículos vinculados al procedimiento, incluidos los patrulleros.
Se investiga si los cuatro gendarmes estaban realizando un control verde, es decir, operativo de rutina o si usaron esa excusa para cometer el hurto. Las pruebas actuales apuntan a que el robo se produjo en el procedimiento, pero la investigación sigue en curso.

Entre los detenidos habría una mujer, según fuentes oficiales. Los cargos que enfrentan incluyen hurto agravado y posible encubrimiento agravado, lo que puede llevar a sanciones de prisión si son hallados culpables.
La Gendarmería, por su parte, emitió un comunicado interno confirmando la detención de los implicados y se comprometió a colaborar con la justicia. Además, anticiparon que “quienes falten a los valores de la institución serán penalizados con todo el rigor”.
La audiencia del viernes será clave: se definirá si los gendarmes quedan con prisión preventiva y si se ordenan medidas adicionales, como la inhibición de bienes o apartamiento formal de la fuerza pending juicio.