Con una importante manifestación en el barrio Hospitales, este miércoles empezó en Rosario el juicio por la muerte de Carlos Daniel Orellano. La Fiscalía y la familia de “Bocacha” pidieron penas de entre 17 y 23 años de prisión por el episodio ocurrido frente a Ming River House.
Familiares y amigos de la víctima se reunieron a primera hora en el Centro de Justicia Penal para reclamar la condena a las cuatro personas imputadas. Entre ellas se incluye el jefe de seguridad del boliche, un empleado del local y una pareja de policías que prestó servicios adicionales la noche de la desaparición del joven.
La acusación más grave recae sobre Karina Gómez (43) y Gabriel Nicolossi (40). Además del homicidio simple con dolo eventual, el subinspector y su compañera afrontan denuncias por el incumplimiento de sus deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público agravada.
El fiscal Patricio Saldutti pidió una sentencia a 19 años de prisión efectiva para la pareja de uniformados, mientras que el abogado querellante Salvador Vera solicitó cuatro años más con la misma calificación legal. Ambas partes coincidieron en el reclamo de una inhabilitación especial para ejercer cargo o empleo público un año e inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena.
Por otra parte, Claudio Fabián Maidana (56) afronta pedidos de penas de 17 y 19 años como jefe de seguridad de Ming River House. Lo mismo plantearon los acusadores en el caso de Emiliano Oscar López (32), que también trabajó como patovica en el boliche la noche del domingo 23 de febrero de 2020.
¿Cómo murió Carlos “Bocacha” Orellano?
Según la teoría del MPA, Carlos Orellano fue a bailar a Ming River House durante el fin de semana largo de carnaval. Entre las 4.30 y las 5 de la mañana del día siguiente, las cuatro personas imputadas lo sacaron del boliche violentamente y lo rodearon cerca del muelle 3 de La Fluvial.
El fiscal Saldutti afirma que los acusados le pegaron a “Bocacha” mientras se aprovechaban de su “superioridad física y numérica”. Con estas acciones hicieron que el joven de 23 años saltara por encima de la baranda de protección y cayera al río Paraná.
Nicolossi y Gómez dieron una versión distinta de los hechos. Casi una hora después de la salida de Orellano, llamaron a Prefectura a las 5.30 de la mañana. Seis minutos más tarde se comunicaron con el 911.
Según el acta de procedimiento que firmó la pareja, “Bocacha” estaba tirado en el suelo, detrás las barandas. “En un momento desaparece, como si hubiese caído al agua”, dice el documento.
Saldutti denunció que los uniformados evitaron mencionar su encuentro con Orellano y además omitieron la presencia de los patovicas en el lugar. De esta manera, tergiversaron los hechos y perjudicaron la investigación.
El cuerpo de la víctima salió a flote el miércoles 26 de febrero frente a Ming, donde luego se llevó a cabo una marcha conmovedora para pedir justicia por Carlos. Aproximadamente dentro de dos meses, el tribunal integrado por Mariano Aliau, Aldo Bilbao Benítez y José Luis Súarez dará la primera respuesta formal sobre el caso.