Pasadas tres semanas desde su internación por un siniestro vial en el barrio Pichincha, Hernando Andrés Fredes falleció este domingo en Rosario. El repartidor se encontraba en estado grave tras haber sido embestido por un automovilista que huyó del lugar y había bebido alcohol antes de subirse al vehículo.
El paciente de 49 años estaba alojado en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Alrededor de las 18, el personal médico confirmó su muerte por las lesiones que sufrió la noche del jueves 16 de noviembre en inmediaciones del pasaje Celedonio Escalada.
Fredes había sido internado con asistencia respiratoria mecánica en el efector municipal. Mientras tanto, la policía arrestó al conductor que lo chocó sobre avenida Aristóbulo del Valle y Pichincha, donde circulaba hacia el sur.
Gustavo Albertelli pasó cuatro días detenido por orden de la Justicia provincial. El juez Carlos Leiva lo liberó el lunes siguiente a partir del acuerdo entre la querella y la defensa, que ofreció el pago de una caución de 30.000 dólares y el compromiso del cumplimiento de ciertas restricciones durante 90 días.
El fiscal Walter Jurado imputó al automovilista de 54 años por lesiones culposas graves. El funcionario considera el delito agravado por la fuga del dueño del KIA Sorento. El comerciante siguió su marcha por la prolongación de Riccheri unos 50 metros y luego se alejó a pie hasta Jujuy y Rodríguez, donde lo atrapó la policía.
La despedida del hijo de Andrés Fredes: “Volá alto, Copito”
Pasadas algunas horas desde la muerte del repartidor atropellado cerca del pasaje Celedonio Escalada, en redes sociales se multiplicaron los pedidos de justicia y mensajes de condolencia. Entre ellos se destacó la publicación de Marcos Fredes, que despidió a su padre “con el alma rota”.
“A lo lejos, pero siempre juntos en nuestros corazones”, comentó el hijo de Andrés. A través de su cuenta de Facebook compartió algunas fotos de ambos y consideró que “la vida a veces es un poco injusta”.
En su mensaje de despedida, el hijo de Fredes expresó: “Volá alto, Copito. Te amo”. Para decirle adiós, recordó la “sonrisa que nunca se borraba del rostro”. También destacó su rol de “amigo, compañero y aventurero”.
“No sé cómo voy a continuar sin vos”, se lamentó Marcos. De inmediato, agregó: “Sé que voy a hacer todo lo que te prometí y así poder llenarte de orgullo, estés donde estés”.