Dientudo paraguayo: el pez del río Paraná que desconcertó a científicos de la UBA

Los investigadores analizaron animales de la zona de laguna El Espinillo, frente a la ciudad de Rosario y descubrieron una nueva característica.

Dientudo paraguayo: el pez del río Paraná que desconcertó a científicos de la UBA
El pequeño pez suele confundirse con una cría de pez Dorado.

Un equipo de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) hizo un estudio en el río Paraná en la zona de laguna El Espinillo, frente a Rosario y descubrió que el dientudo paraguayo, un pez común de la región, es hermafrodita, lo que significa que puede comportarse como macho y como hembra. Es decir, puede inseminar y poner huevos.

Esta es una característica que solo posee el 2% de los peces del mundo y que, en Argentina, el dientudo paraguayo comparte con la anguila de río en agua dulce, el róbalo y el falso salmón, entre otros. Este pez de porte pequeño habita en las cuencas de los ríos Paraguay, Paraná, Uruguay, Río de La Plata y el amazónico Mamoré; y suele ser confundido con una cría de dorado.

El pequeño pez suele confundirse con una cría de pez Dorado.
El pequeño pez suele confundirse con una cría de pez Dorado.

“Siempre se había estudiado el desarrollo sexual de la hembra pero, por primera vez, analizamos la dinámica sexual del macho. Y encontramos algo inesperado: este pez podría ser hermafrodita, o sea pasar de un sexo al otro y, en algún momento de su vida, presentar los dos sexos en el mismo ejemplar”, explicó la doctora en Biología Yanina Piazza de la UBA en un artículo de la revista digital Nexciencia.

¿El hermafroditismo es consecuencia de la contaminación?

El hermafroditismo no lo esperábamos, fue un hallazgo”, sostuvo Piazza. “Encontré testículos con oocitos dentro. En principio, pensé que se debía a efectos de la contaminación del agua, dada su cercanía con la ciudad de Rosario, donde se descartan efluentes cloacales, industriales. Ya hay registros de determinadas especies que, ante contaminantes denominados disruptores endócrinos, muestran alteraciones en sus gónadas”, explicó.

Pese a que las sospechas sobre un vínculo entre los niveles de contaminación y el hermafroditismo “inesperado” del espécimen parecía una evidencia certera, descubrieron que el proceso de cambio de sexo no era azaroso, sino que seguía ciertos patrones.

Si fuera por contaminación, debería haber malformaciones o daños a nivel de tejido, pero eso no lo encontramos”, relató y agregó que, al cabo de varias pruebas, llegaron a la conclusión de que “es bastante probable que este animal sea hermafrodita. Esto era una novedad porque dentro del gran grupo de los characiformes sería el primero con estas características”.