Central volvió a ser una lágrima y apenas empató como local 1 a 1 ante la Universidad Católica por la Copa Libertadores, certamen por el cual ya estaba eliminado. Pero además el resultado lo dejó sin chances de acceder a la Copa Sudamericana.
Bajo una intensa lluvia, los de Diego Cocca volvieron a mostrar todas sus falencias: complicaciones defensivas, poca generación de juego y falta de definición, ítems sobre los que el entrenador deberá trabajar y mucho para salvar a su equipo del descenso.
En el primer tiempo el canalla mostró más ganas que fútbol, con Aguirre, Gil y Lovera como sus principales armas ofensivas, pero siempre se chocó con una férrea defensa chilena y casi que no generó situaciones claras. De hecho la más importante estuvo en los pies de Caruzzo y terminó afuera.
En cambio la Católica, en la única que tuvo, marcó el desnivel. Fuentes aprovechó una serie de rebotes y le pegó duro desde afuera del área para poner el 1 a 0 a los 24 minutos. El gol llevó a Cocca a hacer una variable táctica y disponer el ingreso de Zampedri, en lugar de Aguirre.
Pero recién hubo que esperar al complemento para ver los resultados. En el segundo tiempo Central fue más incisivo, sobre todo con el ingreso de Herrera, aunque le costó tanto llegar al gol que tuvo que esperar hasta los '80.
Zampedri cabeceó un córner, la pelota dio en Fuenzalida y el chileno marcó en su propio arco. Después el local tuvo algunas insinuaciones para conseguir la victoria pero sólo quedó en ello y así el auriazul se despidió de toda participación continental.
