Un policía rosarino fue demorado este domingo a la madrugada junto a otro sospechoso en el marco de la investigación para esclarecer el ataque contra un joven de 20 años que recibió varios disparos en la zona oeste de la ciudad.
El caso fue denunciado a partir del ingreso de Alan I. a la guardia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Pasada la medianoche, los médicos atendieron al muchacho por heridas de bala en la cabeza, el glúteo y una de sus piernas. De acuerdo al diagnóstico inicial, se encontraba estable después de ser asistido en el centro de salud.
La víctima había sido trasladada por agentes del Comando Radioeléctrico desde Avellaneda y Dean Funes, donde los efectivos luego realizaron un patrullaje en busca de un Volkswagen Gol que había sido visto cerca del lugar. Los uniformados dieron con el automóvil y lo persiguieron hasta la altura de San Nicolás, donde finalmente consiguieron que los ocupantes detuvieran su marcha.
Cuando fueron a identificar a quienes iban a bordo, el personal a cargo se encontró con Alejandro D., un policía de 33 años que trabaja en la Comisaría 18°. Junto a él estaba Santiago L. (44), quien también quedó a disposición de las autoridades. A la hora de revisar el vehículo hallaron dos pistolas: una 9 milímetros y otra de calibre 22.
Como resultado del procedimiento, las fuerzas provinciales pidieron la intervención de la Policía de Investigaciones (PDI) y la División Judiciales de la Unidad Regional II. Si bien fue notificada la unidad de Violencia Institucional ante el arresto de un efectivo, el caso luego pasó a manos del fiscal Aníbal Vescovo en el área de Flagrancia. Según informaron desde el Ministerio de Seguridad de la provincia, el uniformado bajo sospecha quedó en libertad y se le formó causa por tenencia ilegal de arma de fuego para uso civil condicional. El mismo camino siguió su acompañante, aunque sin posibles acusaciones en su contra, mientras que el auto en el que iban fue secuestrado.