El trágico incendio que se cobró la vida de dos personas en un Fonavi de Grandoli y Gutiérrez dejó también una postal heróica. Tres policías de la Policía de Acción Táctica (PAT) arriesgaron su vida para rescatar a dos hermanos de cuatro y cinco años que estaban atrapados por las llamas en el complejo de viviendas.
"Privilegiamos la vida de los menores por sobre la nuestra", dijo con cierta naturalidad el oficial Márquez, uno de compañeros de Maximiliano Ramos, el agente que efectivamente sacó a Camila y Laureano. Este miércoles los tres fueron reconocidos por el Gobierno provincial y dieron una conferencia de prensa.
De hecho, Márquez aclaró que "esta situación tuvo trascendencia" pero la "viven todos los días" otros efectivos.
Consultado sobre cómo fue el episodio, Ramos detalló que "fue todo muy rápido". Y ahondó: "Con la ayuda de mis dos compañeros, subimos por las escaleras. Al notar que no podíamos subir al quinto piso, buscamos la manera de hacerlo por las habitaciones de al lado".
En medio de la desesperación, el agente empezó a pensar cómo socorrerlos. "Entre los tres buscamos la manera de sacarlos. Mis compañeros me ayudaron y logré llegar al balcón de ése piso".
"Había una reja en el balcón de al lado y me tuve que quitar el chaleco. Fue ahí que logramos sacar a las criaturas", esbozó el integrante de la Policía de Acción Táctica.
Ramos esbozó que cuando ingresó al departamento "había mucho humo" al punto tal que "con una linterna a medio metro no se podía ver nada". Allí fue cuando vio a los menores "en un rincón, llorando", dijo.
Con sinceridad, el policía reconoció que trató "de estar lo más tranquilo posible para que salga todo bien". Al lograr llegar al lugar donde estaban los niños, "ambos estiraron los brazos" y los pudo salvar.
El interrogante surgió enseguida en la conferencia de presa. ¿Tenían experiencia en el rescate en altura? Ramos precisó que hizo "un curso" pero que la verdad es que "fue un poco de suerte".
Tras el episodio, los efectivos fueron trasladados de manera preventiva a un hospital donde "estuvimos en observación por el tema del humo que no nos dejaba respirar bien", dijo Ramos. Y agregó: "Nos dolía la garganta".
"Llegamos justo abajo, casi desmayándonos", reconoció Márquez.
La valiente acción de los efectivos salvó la vida de dos menores indefensos. Sobre esta cuestión, con un tono de gracia, Ramos señaló que "gracias a dios para las criaturas les tocó mis compañeros y yo".
Vale destacar que el incendio se cobró la vida de la abuela de los chicos, una mujer de 86 años, que falleció por inhalación de monóxido de carbono.