Si había un sector que al menos en Santa Fe seguía en pie en medio de un marco de recesión generalizada era el de la construcción. Pese a que la Provincia y el municipio siguen invirtiendo fuerte, los recortes presupuestarios de Nación y el fin del fondo sojero amenazan con quitarle mucho ritmo a la obra pública, mientras que la devaluación y la incertidumbre económica empiezan a paralizar la actividad privada.
Días atrás el ministro de Economía santafesino, Gonzalo Saglione, mostró los datos positivos que exhibió Santa Fe en el último informe del Instituto de Estadística Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). En la comparación de junio contra mayo, Santa Fe había crecido 0,73% en la cantidad de puestos registrados en construcción, a diferencia del resto de las jurisdicciones y del promedio nacional, que mostraban un retroceso.
Pero esos datos parecen ser cosa del pasado, ya que la crisis empezó a hacer mella en el rubro. "Las obras del municipio y la Provincia no se pararon, pero se hacen a un ritmo más lento", admitió Sixto Irrazábal, titular de la Uocra local, y agregó que las que casi desaparecieron del mapa fueron las que debía financiar Nación.
En diálogo con Vía Rosario destacó el inicio de la construcción del plan de viviendas en la zona cero y los trabajos de pavimentación como aquellas que más mano de obra están demandando. "Todavía tenemos trabajo pero el ritmo es mucho más tranquilo. Algunas empresas empiezan a tener problemas con los pagos y vemos que si esto no cambia para fin de mes, ya tendremos complicaciones serias", advirtió.
Más allá de un cierre de año por debajo del alto ritmo que se venía sosteniendo, los mayores temores están puestos en 2019, con un presupuesto nacional que incluiría una enorme poda en inversiones de obra pública y ya sin el fondo sojero, cuyas partidas sí o sí debían destinarse a esta materia.
Esta medida intempestiva dejó fuera de juego a muchos municipios y comunas que ya tenían proyectos armados en ejecución o a punto de ejecutarse, y que al cerrarse la canilla financiera tendrían que paralizar. Ante las quejas de las provincias, Nación estudia ahora otorgar líneas de crédito de la Ansés para garantizar al menos la culminación de las obras. Claro que se trata de un paliativo, ya que antes había un fondo no reembolsable y ahora se reemplazaría por un préstamo que habrá que devolver a una determinada tasa de interés.
Por el otro lado, la actividad privada también empieza a crujir. "Algunas operaciones de compra-venta de inmuebles se hacen, pero son pocas y muchas menos que tiempo atrás", manifestó a este medio Marcelo Passardi, referente de la Asociación Empresarios de la Vivienda (AEV), y agregó que la sequía le quitó fuerza a un jugador de peso en el negocio como es el chacarero.
En materia de construcción, admitió que todo está en stand by desde el jueves, cuando se disparó el billete verde. "Hasta que el dólar no pare de subir y se quede quieto al menos un mes, esto no se va a mover. Además desde esta disparada todavía hay muchos insumos que no tienen precio, y proveedores que no venden mercadería", señaló.
Por último, descartó que el valor de las propiedades vaya a acompañar el porcentaje de la devaluación. "Es imposible que eso ocurra, los aumentos estarán a tono de la inflación", remarcó.