Todavía impactado por lo que le había tocado atravesar, el propietario de la casa de Zeballos al 2500 atacada este jueves pasada las 22 por desconocidos en moto, habló con la prensa y dijo que en el momento de la agresión acababa de dejar la propiedad.
"Estamos muy preocupados porque nos damos cuenta que acá hay impunidad total", indicó Ricardo Brachetta, titular de una armería y perito judicial en numerosos procesos judiciales.
A la hora de adjudicar el ataque, Brachetta dijo desconocer las motivaciones y aclaró que la propiedad que ocupa "supo ser de Usandizaga, aunque hace más de 40 años que se vendió".
En relación a los sucesos, el hombre manifestó que "se recogieron 8 vainas distribuidas en la calle y fueron 8 los impactos contabilizados en el frente de la vivienda".
"Minutos antes de los disparos había dejado el auto en casa y había salido a cenar", mencionó el perito, cuya propiedad amaneció custodiada.
"En este momento hay custodia, yo no la pedí, pero acá está", precisó y sumó: "no sé cuánto tiempo estarán los agentes, en algún momento la custodia se irá y veremo qué pasa".
Frente a la casa de Brachetta vive el vicepresidente de Rosario Central, Ricardo Carloni, y en un primer momento se había especulado con que la intimidación podría haber sido orientada hacia el dirigente canalla.
El ataque en Zeballos al 2500 ocurrió pasadas las 22 y cerca de las 1.30 de la madrugada, a pocas cuadras de allí le dispararon al frente de un edificio en Dorrego al 1600, donde supo tener un estudio jurídico el ex senador Horacio Usandizaga y donde hizo sus primeras armas en la abogacía la ahora jueza Marisol Usandizaga, que participó en el tribunal que juzgó a la banda nacrociminal Los Monos.