Un tribunal de Rosario decidió rechazar el pedido de resarcimiento económico que había motorizado un joven que se electrocutó cuando ingresó a orinar a una obra en construcción a la salida de un boliche en 2014. La Justicia entendió que la responsabilidad era del lesionado por entrar a una propiedad privada y desencadenar la descarga al apuntar el chorro de orina directamente hacia un tablero de fusibles.
La definición se conoció en las últimas semanas de parte del Tribunal Extracontractual Nº 6 a cargo de los jueces Horacio Allende Rubino, Analía Mazza e Ignacio Aguirre. En la resolución, a la que accedió el diario La Capital, los magistrados argumentaron que bajo el supuesto de que "el deseo miccional le hubiera surgido en forma repentina e incontenible" -tal cual justificaron los abogados del joven en la demanda- podría haberlo hecho en cualquier otro lugar, evitando ingresar en propiedad privada, "siendo indiferente que el ingreso se encontrase abierto, dado que tal circunstancia no puede tomarse como una invitación a ingresar a predio ajeno o a un lugar vedado".
El lesionado tenía 20 años en el momento en que recibió la descarga el el 13 de agostos de 2004 a las 5.30 de la mañana cuando ingresó al obrador de un edificio que ahora está terminado en Oroño 551. El muchacho acababa de salir de la disco Satchmo en Wheelwright entre Rodríguez y Pueyrredón, vio que el portón de la obra estaba entre abierto, ingresó, con el orín el tablero explotó y el chico como pudo caminó hacia el cantero central del bulevar Oroño donde lo identificó un móvil de la Guardia Urbana Municipal.
Estuvo 23 días en terapia con quemaduras en el 10 por ciento del cuerpo. Tras su internación, inició una demanda contra la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y contra los dueños del edificio, a quienes reclamaba una abultada indemnización por daños patrimoniales y morales.
El tribunal determinó como "negligente" el proceder del joven sobre todo por haber orinado contra la caja de fusibles, al plantear que si bien el tablero estaba preparado para recibir la humedad de la lluvia, no lo estaba para un chorro directo de orina.