El test de narcolemia comenzó a realizarse el 20 de enero del 2017. Desde entonces se efectuaron 450 controles de los cuales el 40 por ciento resultaron positivos. Esto pone en alerta a las autoridades debido a que la ingesta de drogas disminuye notablemente los reflejos a la hora de manejar.
Los datos fueron aportados a La Capital de parte de la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad, ente que efectúa los operativos de tránsito en forma diaria. Del total, 55 individuos eran conductores radicados afuera de la ciudad y sólo hubo una mujer.
La iniciativa fue desarrollada por el entonces concejal Jorge Boasso luego de varios obstáculos y demoras en el Palacio Vasallo. Es que, más allá de la necesidad de contar con estos controles, el test de narcolemia tiene un alto costo de implemetación: cada test sale 52 dólares.
Para llevar adelante las pruebas de narcolemia, en cada operativo de control se dispone de un médico, que es quien evalúa a qué conductor específicamente hay que someter a este tipo de pruebas.
En diálogo con el mencionado medio, Mauro Bertolano, uno de los profesionales que integra estos equipos, precisó que "hay determinados signos que dan indicios de que alguien puede estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes".
"Lo que evaluamos son los aspectos físicos y psíquicos del conductor", dijo, y destacó entre esos signos la inyección conjuntival, el tamaño de las pupilas, temblores y el modo de expresarse e hilvanar frases.
El test de narcolemia dura unos 10 minutos, es decir más del doble de lo que insume realizar uno de alcoholemia.
Detectado el posible conductor que podría presentar signos compatibles con la ingesta de estupefacientes, se le da un hisopo que debe introducir en la boca para recolectar saliva. "Este hisopo tiene un reactivo que se colorea una vez que absorbió el volumen de saliva necesario para hacer la prueba", detalló Bertolano.
Si el resultado es positivo, al conductor se le remitirá el vehículo al corralón, se le labrará un acta de infracción y se le entregará material sobre orientación para realizar tratamientos gratuitos contra las adicciones.
Bertolano no dudó en sostener que, desde hace aproximadamente un año, la implementación de los controles de narcolemia cerró "una deuda pendiente". En la actualidad aquellos que conducen bajos los efectos de las drogas pueden ser detectados y por ende se aleja un potencial peligro de las calles.