Ante el estallido de la demanda de vacunas contra la fiebre amarilla, desde la Secretaría de Salud municipal aclararon que no todos los que viajen a Brasil la necesitan. Y por otro lado, destacaron que hay otras patologías a las que se les debe prestar mucha más atención por su facilidad de contagio.
"Depende dónde se vaya a veranear, pero en general contraer tétanos es mucho más factible que fiebre amarilla", manifestó Leonardo Caruana, secretario de Salud municipal. "Es muy común que en caminatas uno se corte o provoque lesiones, y si no tiene la vacuna antitetánica, puede ser una complicación", indicó a Vía Rosario.
A esto se suman las ya tradicionales enfermedades que contagia el mosquito Aedes Aegypti, como el dengue, zika y chikungunya. "Hay que usar siempre repelente, porque es la mejor barrera contra los mosquitos. Las embarazadas deben evitar las zonas donde hay riesgo de zika, y se debe utilizar preservativo para evitar contagios por vía sexual", apuntó.
Para minimizar riesgos, Caruana recomendó consultar con tiempo al médico de cabecera, para realizarse chequeos, actualizar vacunas e interiorizarse sobre las características sanitarias del país al que se viajará.
"Se debe analizar cómo es el agua de ese lugar y cómo se manipulan los alimentos, con el fin de evitar problemas diarreicos e intoxicaciones. También hace falta un control odontológico", recomendó y añadió que cualquier complicación sanitaria fuera del país puede traer grandes dolores de cabeza e importantes costos.
Volviendo al caso de la fiebre amarilla, Caruana aconsejó vacunarse sólo si se se acude a alguna de las playas en zona de riesgo o a alguna zona amazónica. También pidió hacerlo con bastante antelación.
"Muchos vienen a vacunarse un día antes de viajar, lo que es totalmente contraproducente porque la vacuna puede provocar un estado gripal que el paciente desarrollará en el lugar de destino", advirtió.