El operativo montado este miércoles en Piñero y que permitió secuestrar dentro de las celdas de cuatro pabellones marihuana y celulares, expuso la efectividad del nuevo esquema de requisa que instrumentó la Secretaría de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, para evitar que se presenten casos de connivencia entre los agentes encargados de la custodia y los detenidos.
Es que desde hace dos semanas hay 70 agentes que dependen de la administración central y que están en condiciones de irrumpir, sin previo aviso a cualquier cárcel santafesina para detectar la presencia de objetos y sustancias prohibidas dentro de los establecimientos.
"Ni siquiera al director del penal se le anticipan los operativos", graficó Pablo Cococcioni, secretario de Asuntos Penitenciarios, en contacto con Vía Rosario. antes del cambio de esquema, en cada complejo carcelario había un grupo de requisa que ahora está centralizado.
"La creación de un solo grupo de requisa dependiente de la administración central posibilita priorizar los sectores más calientes y concentrar los recursos en pabellones más críticos, realizando allí operativos de saturación, como el que desplegamos en Piñero", expresó Cococcioni.
El nuevo grupo especializado, además de la intervención que realizó en los pabellones de Piñero, ya actuó en una sección de Coronda y en la Unidad Penal 5° de Mujeres, en barrio Refinería.
"El equipo de trabajo es mixto y el proceso de unificación de la estructura de requisa que antes estaba descentralizada empezó a gestarse hace dos meses y la primera intervención ocurrió hace 15 días", sumó el funcionario.