En el marco de la investigación por la megacausa de estafa inmobiliaria, la Policía de Investigaciones (PDI) secuestró dos vehículos de alta gama que serían propiedad de uno de los imputados.
Se trata de un Porsche Boxster modelo 2012 y de un BMW 330I 2010, que se encontraban en galpones de Riobamba al 4100 y 1° de Mayo al 2000 respectivamente.
Ambos serían propiedad de Juan Roberto Aymo, pero estaban a nombre de su hijo Nicolás, quien oficiaría de testaferro. La orden de allanamiento fue librada por los fiscales Sebastián Narvaja y Valeria Haurigot.
Se presume que los lujosos vehículos tienen un valor superior a los $2 millones y podrían haber sido adquiridos a partir de actividades ilícitas. Una de las posibilidades que se baraja desde la Fiscalía es la de resarcir a las víctimas con su venta.
Antes de ser detenido, Aymo manejaba una agencia de autos y en 2007 fue noticia tras denunciar a un alto oficial policial por venderle un vehículo con pedido de captura.
"Yo no me bañé en agua bendita. Pero llegué a una edad en la que no quiero tener quilombos. Y es por eso que siempre consultaba a los oficiales de Automotores. Iba y les decía, «quiero comprar este auto, ¿está limpio?» (N de R: consultaba si no tenía irregularidades judiciales). Y por hacer las cosas bien, ellos me arruinaron", había declarado en su momento al diario La Capital.
Fotografías: capturas de Canal 3