La policía rosarina dispuso este martes medidas especiales para custodiar la casa de un taxista que denunció un ataque balazos por la madrugada. La conducción actual del Sindicato de Peones atribuyó el episodio a la interna gremial tras el desplazamiento del ex secretario general Horacio Boix y afirma que es el quinto atentado de estas características.
Las autoridades de la Unidad Regional II decidieron asignar un patrullero para hacer rondas de control sobre Rufino Ortega al 200 bis, el sitio en el que se recolectaron más de una decena de vainas servidas la noche anterior. Allí también constataron que había varios impactos de bala, aunque no hubo personas heridas por los proyectiles.
Fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe aclararon que no se tratará de una custodia fija sino de duración variable con presencia aleatoria. El procedimiento difiere del que se utilizó inicialmente para vigilar la sede gremial en Salta al 2800, donde a principios de septiembre tuvieron lugar las primeras amenazas verbales hacia Horacio Yannotti y la actual comisión directiva.
Los representantes del Sindicato de Peones de Taxis explicaron que Mariano M. es uno de los empleados a cargo de realizar tareas como gerente de personal y lleva años trabajando en el lugar. En ese contexto lo identificaron como uno de los testigos citados por la Justicia provincial en la causa sobre administración fraudulenta que derivó en la conflictiva suspensión de Boix y su posterior remoción.
