El tramo céntrico de Bulevar Oroño y la peatonal Córdoba amanecieron convulsionados al igual que otros puntos de la ciudad por el banderazo de estudiantes rosarinos al final del ciclo lectivo. A media mañana, el Monumento Nacional a la Bandera ya se había convertido en el epicentro del festejo para los grupos de diferentes escuelas. La Guardia Urbana Municipal (GUM) decomisó 400 litros de alcohol.
Remeras especiales pintadas para la ocasión, bombos, redoblantes y pirotecnia fueron algunos de los elementos con los que miles de jóvenes salieron a la calle muy temprano rumbo hacia la costanera central.
La Municipalidad montó un operativo de control a la espera de los alumnos que celebraban el paso de cuarto a quinto año. De esta manera se buscaba prevenir el consumo de alcohol y también el uso de bombas como parte de la actividad que se prolongaría al menos hasta el mediodía.
Durante la mañana se decomisaron 400 litros de bebidas alcohólicas entre vino, vodka, champagne y Fernet, además de fuegos artificiales.