Un joven de 17 años falleció este lunes de un disparo en la cabeza. Si bien se investigan los detalles del hecho, testigos señalan que el tiro fue ejecutado por la propia víctima pero de manera accidental.
Según señalaron los pesquisas, el adolescente, identificado como Alexander Miguel Caballero, vivía en barrio Las Flores y el domingo pasado se disparó cuando manipulaba un arma de fuego en la puerta de su domicilio, en Flor de Nácar al 7100.
Tras el episodio, una ambulancia lo llevó al hospital Roque Sáenz Peña, donde fue asistido, y luego fue remitido al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez debido a la gravedad de la herida. Allí permaneció internado varias horas hasta su deceso este lunes en horas de la mañana.
Un tío de la víctima precisó que llegaba a su casa cuando vio en la vereda de enfrente, donde vive su sobrina, un grupo de personas. Le explicaron que el muchacho, apodado como "apo", se había pegado un tiro accidental cuando jugaba con un arma en el ingreso de su vivienda.