Este miércoles volvió la tensión a la puerta de la firma Electrolux entre los trabajadores despedidos que continuaban con el acampe y aquellos que permanecen en sus puestos de trabajo.
La protesta lleva varios días en el ingreso de la empresa, ubicada en Battle y Ordóñez al 3400 y mientras los despedidos piden por su reincoporación, los empleados de la firma les reclamaron que los dejen trabajar porque temen por sus fuentes de trabajo .
El conflicto se generó cuando los empleados salieron a la calle a descargar a mano los insumos que llegaron en camiones y los trabajadores cesanteados trataron de impedir la tarea.
En los primeros minutos se produjo una discusión y hubo tensión. "Acá hubo una decisión ilegal que son los despidos porque la empresa estaba en proceso preventivo de crisis y los trabajadores realizan una legítima medida, como dijo el juez y como dijo el ministro de Trabajo (Julio Genesini)", aseguró a El Tres la abogada de los obreros cesanteados.
Uno de los despedidos manifestó que están mal y que "la empresa busca poner en contra a los compañeros".
Por su parte, una de las empleadas aseguró que están "cuidando nuestro trabajo porque acá hay 900 familias". Y añadió: "Nosotros tenemos que hacer esto para seguir trabajando, tememos perder nuestro trabajo, si no producimos ¿qué pasa? A ellos los apoyamos y los entendemos pero tenemos que defender nuestros puestos".
Vale recordar que la empresa denunció a los 22 despedidos por bloquear el ingreso a la planta y luego la fiscal Valeria Haurigot los imputó por "sabotaje y usurpación". Pero en las últimas horas el juez Hernán Postma aclaró que "no hay delito" y dijo que se trata de "un conflicto laboral".
Por lo pronto, el próximo viernes habrá una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo donde se buscará una solución a este conflicto.