En Miraflores, provincia de Chaco, el pasado lunes fue encontrado el cuerpo de Axel Luna, de 10 años, cerca del pozo de agua de una casa ubicada a 30 kilómetros de la localidad chaqueña. Sus padres dijeron que se había suicidado, pero la autopsia reveló que fue violado y asesinado.
La fiscal Gabriela Maldonado comunicó en las últimas horas la conclusión de los forenses: el pequeño tenía signos de haber sufrido un abuso sexual y murió por un "traumatismo de cráneo encefálico grave, asfixia por ahorcadura y paro cardiorrespiratorio traumático".
El informe produjo cambios en la investigación y la Fiscal ordenó la detención del padre de la víctima, Manilo Luna, y su pareja, Lorenza Paz, acusados de "supuesto homicidio agravado" y de haber simulado un suicidio.
En medio de un divorcio conflictivo, Luna se había quedado con la tenencia de Axel en 2015. Pocas horas después de que se conociera la noticia de su asesinato, la mamá biológica habló con los medios locales y cuestionó los tiempos de la Justicia, ya que desde hace más de un año esperaba que le devolvieran la guarda por los maltratos que su propio hijo había confesado que sufría en la casa de su padre y la mujer.
Cerca del lugar donde se encontró el cuerpo de la víctima, los investigadores secuestraron un machete, un hacha de madera, un martillo tipo maza y una pala. También se incautó un aire comprimido calibre 0.5 mm. modificado a calibre 22, propiedad del imputado.