Hace 16 años, Valeria Velarde viajó 1800 kilómetros de Comodoro Rivadavia hasta Capital Federal para tratar a su hijo enfermo con cáncer que tiempo después perdió la vida. Este jueves 30 la mujer volvió a hacer ese recorrido hasta el Congreso de la Nación para pedir por la Ley de oncopediatría en memoria de su pequeño.
En octubre del 2021, en la Cámara de Diputados aprobaron el proyecto y le dieron media sanción. El mismo busca garantizar la cobertura total del tratamiento por cáncer infantil, la asistencia económica, beneficios para los familiares a cargo del cuidado del paciente y la continuidad educativa.
El Sistema Público de Salud, así como las obras sociales y las prepagas, deberán cubrirle en su totalidad al niño, niña y adolescente -de hasta 18 años inclusive- que padezca cáncer las prácticas de prevención, diagnóstico, promoción, terapéutica y todas aquellas tecnologías que pudieran estar directa o indirectamente relacionadas con el diagnóstico oncológico.
El jueves 30, familias enteras y distintas agrupaciones hicieron una vigilia frente al Congreso a la espera del resultado de la Cámara Alta. “La ley no nos garantiza que los chicos vivan años, pero sí nos garantiza que estén con calidad de vida, que es lo que nos importa”, aseguró Valeria en diálogo con ADNSUR.
Con 64 votos a favor, ningún negativo y ninguna abstención por parte de los senadores presentes, este proyecto se convirtió en Ley. Los resultados se dejaron ver con una pantalla pintada de verde y la felicidad se convirtió también en alivio y tranquilidad.
En este sentido, la comodorense expresó emocionada: “La verdad lloré mientras venía, lloré mientras estuve acá, lloré con cada una de las mamás que me encontré, porque nos reconocemos, sabemos de lo que hablamos y sabemos lo que pasó con nuestros hijos. Muchas madres que los perdieron y siguieron como yo peleándola porque creemos firmemente que la calidad de vida es posible”.
El mismo recorrido, pero 16 años atrás, con la esperanza de salvar a su hijo
Esta pelea ganada hizo que recordara y tuviera presente a su primer hijo. Su memoria la traslada 16 años atrás en el tiempo, cuando hizo el mismo recorrido con su niño en grave estado. Llegó a CABA con la ilusión de que un tratamiento pueda darle otra oportunidad, pero por desgracia no resultó.
“Vine con mi hijo a Buenos Aires con la esperanza de que él viviera y no pasó. En ese momento la obra social me cerró las puertas y tuve que viajar por mi cuenta; él tenía un tumor cerebral, no podía mandarlo en un avión solo y yo me vine viajando en colectivo”, detalló.
La batalla que Valeria dio los siguientes años fueron en nombre de su pequeño y de los que quedan: “Hoy peleo porque no haya más abandono del Estado y que un niño muera porque no pudo hacer quimio o que muera en los brazos de su madre porque no pudo hacer nada”.
Asimismo, señaló que esta ley representa más que una legislación, pues además de la calidad de vida de cada paciente infantil, también implicaría el reconocimiento de cada médico y enfermero. El proyecto ayudará a que se concientice más y que el personal de salud tenga todas las herramientas necesarias para desarrollar su labor.
“Les estamos dejando el futuro de nuestros hijos, el bien más preciado que tiene cada padre, y nosotros merecemos que estén capacitados, como ellos también lo merecen como médicos, y esta ley lo abarca”, indicó.
Actualmente, Valeria tiene un niño de 3 años que nunca conoció a su hermano, pero bien sabe el objetivo de la lucha de su madre y por qué ella viajó hasta Buenos Aires.
Los días previos al debate del proyecto, la comodorense desbordó muchísimo de angustia, recuerdos y, a su vez, felicidad por esta nueva Ley. Su único deseo era que sea sancionada, que su lucha contra las obras sociales termine ahí, y efectivamente se cumplió.
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