Muestra fotográfica en el Museo Histórico: “Lechería… del tambo a la mesa”

Se podrá visitar en el horario de 9 a 12, de martes a viernes, con entrada libre y gratuita.

Muestra fotográfica en el Museo Histórico: “Lechería… del tambo a la mesa”
Muestra fotográfica en el Museo Histórico: “Lechería… del tambo a la mesa”

En el marco de la Muestra Temporaria “Lechería… del tambo a la mesa” y dando continuidad a las actividades programadas, se habilitará en la Galería del Museo Histórico (Bv. Santa Fe y 9 de Julio), una muestra fotográfica. Se podrá visitar en el horario de 9 a 12, de martes a viernes, con entrada libre y gratuita.

La misma realiza un recorrido por aquellas actividades ligadas a la producción lechera, con la premisa de rescatar a quienes fueron protagonistas de esa historia: los trabajadores y las trabajadoras. También hace un reconocimiento a quienes fueron pioneros de la industria lechera en Rafaela y la región.

El trabajo en el tambo, el traslado de la leche, la elaboración de los productos en las fábricas, son parte de este recorrido en el cual se pretende rescatar el rol de la mujer, que además de ser esposa y madre, supo cumplir con tareas vitales que el trabajo rural demandaba En sus pequeñas chacras elaboraban manteca, queso y “tumín” para su propio consumo, dando así los primeros pasos de lo que sería una nueva actividad económica.

Vale destacar que el personal del organismo recibe al público con todas las medidas de prevención sanitarias, en grupos de hasta 6 personas por visita, teniendo en cuenta las dimensiones y posibilidades del espacio.

Recordemos que el Museo Histórico Municipal tiene 65 años de existencia y depende de la Secretaría de Educación de la Municipalidad de Rafaela.

¿Por qué una muestra fotográfica?

Por la facultad que tiene de transcribir literalmente los fenómenos de la realidad, la relación que la fotografía desarrolla con el tiempo es de una intensidad única y particular.

Siempre se dice que la imagen fotográfica detiene el transcurrir de lo real. Esta condición crea en torno de toda fotografía una especie de vacío, de suspenso. “Es un vacío disponible y convocante que ocupamos con la proyección de nuestras emociones, recuerdos, asociaciones y mitos, y de ese modo le damos a la imagen congelada el relato que ella no tiene, le vamos narrando alrededor...”.

En palabras de Luis Priamo: “Dicho relato cambia con el tiempo y su mayor o menor densidad nada tiene que ver con cualquier valor objetivo que podamos encontrar en la imagen fotográfica. Por ello las fotografías se convierten en los objetos más aguerridamente personales y privados que se guardan”.