Rafaela pidió Justicia por Emanuel

Más de 2.000 rafaelinos se movilizaron pidiendo leyes para que los menores de 14 tengan sanción. Y que haya instituciones que los contengan.

El dolor de la pérdida de Emanuel se vio compensada con la compasión rafaelina (Vía Rafaela)
El dolor de la pérdida de Emanuel se vio compensada con la compasión rafaelina (Vía Rafaela)

Más de 2.000 rafaelinos marcharon en silencio reclamando Justicia por Emanuel González, el pibe de 8 años que falleciera el miércoles pasado, de un tiro en la cabeza, realizado por un menor de 14 años. Entre las peticiones, se pidieron por otras leyes, por instituciones que puedan contener a los chicos que son delincuentes a muy corta edad.

Antes de comenzar la marcha, Jorge, el papá de Emanuel, dialogó con la prensa. "Estamos satisfechos por la concurrencia. No pensábamos que iba a venir tanta gente. La gente tomó conciencia de la inseguridad en Rafaela. No era así hace unos años".

Más de 2.000 personas participaron en silencio de la marcha pidiendo Justicia. (Vía Rafaela)
Más de 2.000 personas participaron en silencio de la marcha pidiendo Justicia. (Vía Rafaela)

"Creo que uno de los motivos por los cuales vivimos esto es por la falta de mano firme desde la base, desde la familia, de los valores. Antes, mi papá no me dejaba hacer algo ilícito. Si me llevaba algo a casa que no era mío, me cagaba a chirlos. Ahora, en el barrio, los padres le ayudan a esconder las cosas. Desde la niñez empieza todo esto. Sino, es difícil cambiarlo de grande", agregó. Natalia, la mamá de Emanuel, "estamos emocionados y agradecidos. Para nosotros es algo muy importante".

"Hubo personas que se contactaron con nosotros de la Municipalidad. Pero nadie de la Provincia. Tuvimos una charla con el Intendente, que nos dio su pésame. Nos brindó todo su apoyo, que contemos con él. La Municipalidad nos está ayudando para levantar un tapial en la casa, porque sólo tenía un tejido. Si hubiera habido una pared, no pasaba eso". Jorge también se mostró agradecido a la PDI: "trabajó bien e hizo lo que tenía que hacer: en 24 horas dio con el paradero del agresor".

"Pero venimos a luchar por Justicia. No hay ley que los pueda detener a este pibe. No hay un lugar para darle contención y apartarlo de la sociedad para que no sea un peligro para nosotros", añadió.

Le pidió a los políticos "que recuerden que son padres. Que también tienen hijos, por más que vivan en una mansión enrejada, en cualquier momento puede haber una balacera o una situación de inseguridad y perder un hijo. Esto no es para la Justicia de mi hijo: hay muchos casos que quedaron impunes, porque los autores tienen 13 o 14 años y manejan armas."

"Se sigue con el apoyo de la gente y con el apoyo de Dios. Nosotros creemos en Cristo y le pedimos que nos de la fuerza, la valentía y la entereza de seguir adelante. No solo por nosotros: tenemos otros dos chicos que tienen que seguir en la escuela, con su vida normal. Se hace difícil porque la ausencia de nuestro hijo es muy notoria. Se complica explicarles por qué Emanuel no está en casa. Uno le explica que Emanuel no está más acá, que está en el Cielo, que está con el Señor, en un lugar sin enfermedades, donde no hay balas, no hay inseguridad. A veces entienden y otras veces preguntan cuándo va a volver", describió Jorge.

El silencio de la marcha solo se quebró cuando al final surgieron los aplausos reclamando un cambio en la situación de inseguridad. (Vía Rafaela)
El silencio de la marcha solo se quebró cuando al final surgieron los aplausos reclamando un cambio en la situación de inseguridad. (Vía Rafaela)

Natalia dijo que "se lo va a recordar con amor y con mucho orgullo. El nació con parálisis cerebral y la peleó mucho estos ocho añitos".

¿Tienen temor de que vuelva el agresor a Rafaela?, preguntó Vía Rafaela. "Creo que va a volver. Están esperando que se apacigüen las aguas y seguramente va a volver. SI no hay un lugar físico en donde se lo pueda alojar, este pibe va a volver. Necesitamos que el Gobierno construya lugares para la contención de estos pibes. Va a volver. Si no me hace un daño a mí, le va a hacer daño a otro. Es peligroso hasta para él mismo. Un día lo van a matar. Yo soy una persona laburante y honesta. Pero un día se va a cruzar con otro de su calaña y lo van a matar. Y después va a estar el lamento porque lo mataron. Si él tiene derechos, mi hijo también los tenía. Este pibe no es calificado como menor: es infantil, es no punible. Es una vergüenza. Ellos lo saben. Cuando la policía los agarra, se van riendo. Esto es un colador".