El sábado 22 de junio, dos personas concurrieron a la casa de Juan Martín Domenichetti (45), en el barrio Los Álamos de Punta Alta, con el supuesto fin de comprar droga.
Una hora después volvieron, sumamente indignados porque habrían considerado que el material comercializado era de muy baja calidad.
Uno arremetió contra Domenichetti, quien tiene fuertes antecedentes delictivos, y otro sujetó a la novia del “transa” para que no intercediera. Además de recibir golpes, la víctima fue apuñalada y falleció poco después.
Uno cayó a la altura del acceso a Villa del Mar (a unos 5 kilómetros del centro puntaltense), cuando esperaba subirse a un colectivo de la Línea 319 que los trasladara con rumbo a Bahía Blanca, donde tiene domicilio, y al otro lo capturaron en Humberto al 700.
Hoy los dos están presos y a la espera del juicio, pero Cruz pugna por recuperar la libertad porque asegura que él no fue autor del crimen ni que tampoco buscaba el resultado muerte, sino que contuvo a la novia de Domenichetti para que no saliera lesionada.
Sin embargo, la Justicia no le cree.
La Cámara Penal acaba de confirmar la prisión preventiva que dictó en su contra el Juzgado de Garantías N° 3, interinamente a cargo de la jueza Natalia Giombi.
De esa manera rechazó el recurso de apelación presentado por el defensor oficial Germán Kiefl, quien planteaba una errónea valoración de la prueba, entre otros puntos.
“Grado de convicción”
Los camaristas Gustavo Barbieri y Guillermo Emir Rodríguez entendieron que, “con las limitaciones propias de esta etapa procesal”, existe “un grado de convicción suficiente” para confirmar la preventiva.
En principio basaron sus argumentos en el testimonio de C.F.M., novia de Domenichetti y única testigo presencial de lo que sucedió.
“La testigo reconoció y describió todo el acontecer previo con los coencausados, aún cuando su versión podría complicar su situación procesal en miras a la posible existencia de otros delitos distintos del aquí investigado (por la venta de drogas)”, explicaron.
Negó que Cruz quisiera ayudarla para no salir lesionada sino que -según dijo- la sujetó para que no se interpusiera en la pelea.
“Me retenía para que no lo pueda ayudar a Martín, yo intenté zafarme pero no podía”, declaró en la fiscalía. También había dicho que una vez que Juan cayó al piso, ambos se retiraron del lugar corriendo.
Acerca del “resultado muerte”, consideraron que Cruz se lo representó porque impidió que la testigo interviniera para detener la agresión.
Cruz admitió que Forchino “se vio ofendido, enojado y perdió la cabeza” al detectar que lo habían engañado con la calidad de la droga, pero fue él quien -a través de mensajes desde su celular- propició el encuentro con la víctima para reclamar la devolución del dinero y fue con su amigo -quien en el camino tomó un palo de la calle- hasta la casa de Domenichetti.
Versiones contradictorias
Por otro lado la Cámara observó que las versiones de ambos acusados fueron contradictorias.
Forchino dio que forcejearon y que “la víctima tenía un cuchillo con el cual me lastimó en el pecho”, y que él le pegó en las piernas y luego se retiró.
Su versión “no se corresponde con las heridas defensivas que se constataron en el cuerpo del fallecido” y, en cambio, la existencia de las mismas se condicen con lo expuesto por la novia de él, respecto de que ante la agresión de Forchino, “Juan intento frenarlo, se cubría”.
A su vez, Forchino, según el informe médico, no presentaba ninguna herida con un cuchillo.
Cruz, por su lado, declaró que su compañero tenía un palo y que a Domenichetti “no lo vi con nada, yo jamás vi un cuchillo”.
“No resulta ajustado a las reglas de la sana crítica aseverar que no vio que su ‘compañero’ estaba siendo agredido y amenazado con un cuchillo, siendo que se encontraba -según sus propias referencias- sujetando a la testigo y a un metro y medio de donde acontecía la pelea”, consideró la Cámara para descartar los argumentos de la defensa.
Fuente: LaNueva