El tradicional pesebre viviente y un concierto navideño fueron protagonizados por la comunidad de la Parroquia, la Banda de Música de la Base Naval Puerto Belgrano y el conjunto lírico "Opera Libre".
Este signo de religiosidad popular invitó a recordar y resignificar la fiesta de la Navidad, centrándola en el milagro del nacimiento del Hijo de Dios. Para cerrar esta puesta en escena comenzó a sonar "Noche de paz, noche de amor", villancico austríaco interpretado por Ariel Campos. Luego se dio lugar a la interpretación por parte de la banda de música militar de "Toque de silencio".
Como apertura, se ejecutaron los acordes de Adagio de Albinoni (1945), una de las obras más distinguidas del período barroco, compuesta por Remo Giazotto. A continuación, el trío "Opera Libre" conformado por Eugenia Molina, Gustavo Von Holtun y Ximena Tassara, interpretó fragmentos operísticos "La Barcarola" y "Nessun Dorma"; para así dar lugar a la representación del relato sobre el nacimiento del niño Jesús.
Entre quienes participaron como actores en el pesebre se encontraba Matías Albarracín alumno de Catequesis. Sus papás, lo acompañaron y expresaron la emoción por haberlo visto en escena. "Él tiene autismo y este año, gracias a una propuesta del párroco pudo tomar su Primera Comunión", relató su mamá.
Además agregó que fue importante la contención de la catequista quien supo adaptar los modos de enseñanza a sus capacidades. "Mati hizo un gran avance, al punto tal que fue él quien quiso actuar, porque se siente a gusto con el grupo; y eso nos hace felices como papás", expresó.
El capellán castrense, presbítero Luis María Berthoud, cerró el encuentro con una reflexión. "El tiempo del adviento, que estamos transitando, es un motivo real de gozo. Porque no es una memoria de lo que alguna vez sucedió; es un hacer memoria activa, un volver a acontecer el milagro de la Navidad. Es ver a Dios, que como Emanuel quiere volver a nacer en esta familia de la querida Base Naval y de nuestra Patria toda. Este es el tiempo del adviento, un tiempo fuertemente esperanzador, porque Dios, por amor, se digna a venir a nuestras vidas".