Luego de diversas actividades que se desarrollaron durante días, este miércoles culmina la Fiesta Patronal de la Virgen del Rosario de San Nicolás en la ciudad. Miles de fieles se congregan en Rosario por la devoción de fe.
Además, se cumplen 21 años de la llegada de la imagen al Santuario del barrio de Albatros XX, hecho que marco el inicio de la comunidad.
Para culminar hoy a las 18 horas saldrá una procesión desde la Ermita de Albatros XV (Roca y Río Gallegos), recorriendo los distintos barrios de la zona norte hasta la llegada al Santuario. Luego celebrarán a las 19 horas misa y a las 21 horas compartirán la torta del aniversario.
San Nicolás de los Arroyos se encuentra en la provincia de Buenos Aires, República Argentina, a 230 Km. de la Capital Federal, a orillas del Río Paraná. Ciudad donde en 1852 se acordara fundar la Asamblea Constituyente, por eso conocida como Ciudad del Acuerdo, o también como Ciudad del Acero, por la industria metalúrgica, pues allí se encuentra uno de los altos hornos más grandes de América Latina, pero será luego conocida como la Ciudad de María.
La ciudad lleva el nombre de un Santo nacido hacia el año 270, a quien se ha levantado mayor cantidad de iglesias en el mundo, después de la Santísima Virgen. San Nicolás defendió valientemente en el Concilio de Nicea el misterio de la maternidad divina de María.
En esta ciudad que lleva su nombre, el día 25 de septiembre de 1983 la Virgen se aparece a Gladys Quiroga de Motta, en su habitación, mientras rezaba el rosario.
La Virgen estaba vestida de azul, tenía el Niño en brazos y un rosario en la mano. La Santísima Madre hizo un gesto, como para darle el rosario a Gladys.
La aparición fue muy breve, como una especie de anunciación.
Gladys es una mujer de pueblo, sencilla, esposa de un operario metalúrgico y madre de dos hijas. Nunca antes había experimentado nada similar. El día anterior había visto iluminarse el rosario que tenía colgado en su habitación. Algunos vecinos lo vieron también. Allí comenzó a rezar el rosario, y al día siguiente se produjo la primera aparición.
Durante algún tiempo, en varios lugares de Buenos Aires varias familias atestiguaron este fenómeno en sus propias casas.
Gladys no acostumbraba a escribir. Asistió a la escuela primaria hasta cuarto grado. Sin embargo fue dejando testimonio por escrito de los mensajes y los hechos que cambiaron su vida y la de muchos.