Una desgracia con pocos precedentes fue la que le sucedió a un nene de 11 años, Joaquín Román Centeno, durante una matiné en el club El Porvenir, ubicado en la localidad de Castelar, provincia de Buenos Aires.
El joven estaba junto a sus amigos y se comenzó a atragantar comiendo un chupetín. El palito que sostenía la golosina se rompió y se ahogó con el caramelo. En unos instantes se descompensó y falleció.
Lo sucedido tuvo lugar en la sede del club de barrio, ubicada en la calle Salvador Curutchet al 2200, en la mencionada localidad bonaerense.
Las personas que estaban en el lugar intentaron asistirlo, y fue trasladado de manera inmediata al Hospital de Morón. Así y todo, los médicos no pudieron salvarle la vida.
En las próximas horas estarán practicándole una autopsia al menor para corroborar la causa de la muerte, aunque todo indica que se trató de un ahogo. La fiscal Valeria Courtade, de la Fiscalía N°3 de Morón está a cargo de la causa.
Un caso parecido en la provincia de Córdoba
En Córdoba, un niño de 10 años también se atragantó con el palito de un chupetín, que estaba comiendo durante un recreo de su colegio, la escuela Villa Eucarística. Terminó falleciendo el viernes en horas de la tarde. Había sido trasladado a un hospital privado.
El chico se trastabilló mientras corría y se cayó al suelo y por ello se tragó el chupetín. Estuvo internado, pero sufrió un paro cardiorrespiratorio.
Intentaron realizarle maniobras de reanimación en el mismo patio de la escuela, y fue trasladado de inmediato al Hospital Raúl Ferreyra, pero los médicos tampoco pudieron salvarle la vida.