Lo que empezó siendo un hobby, se terminó convirtiendo en su pasión. Desde autos, supermercados, animales, heladeras, figuras de ciencia ficción, hasta lo más recóndito e inimaginable, el joven oriundo de El Palomar, Adrián Nash, lo convierte en arte, pero no en cualquier arte, sino en versión miniatura.
“La primera maqueta que hice fue la del Sistema Solar, que es la que haces cuando sos chiquito. La hicimos con mi vieja, que medía un metro y monedas, de ahí no paré más. Creo que estaba en sexto o séptimo grado”, afirmó Adrián en diálogo con VíaPaís.
El surgimiento de un artista
En la actualidad, tiene 31 años, pero todo comenzó cuando era muy pequeño: “Veía los dibujitos y no conseguía los juguetes, por lo que empecé a hacerlos en plastilina, literalmente solo”, afirmó el joven. Según él, la pasión por el arte “se despertó mágicamente”.
Desde adolescente, Adrián empezó a coleccionar autos en escala: “Cuando le sacas fotos con un fondo blanco o gris, queda mal o muy simple, entonces siempre busqué de alguna forma de que quede más armonioso, más lindo. Pensé, ¿cómo puedo hacer? En otros grupos internacionales subieron fotos de algo que se le llama diorama (que es un tipo de maqueta con el propósito de presentar una escena), así comenzó y después, fue evolucionando a prueba y error hasta quedó lo que quedó hoy”.
Recordando sus inicios, aseguró: “Empecé haciendo algo muy chiquito, 15 centímetros, como para ir probando”, y añadió: “Soy coleccionista de todo lo que me gusta, autos en escala, robots, Star Wars... no tengo una veta como tal. Lo que me gusta, lo colecciono, pero los autos es lo que más me apasiona”.
Encontrar arte en lo cotidiano
Con aproximadamente 20 maquetas de distintas medidas y de temas variados, su casa se terminó convirtiendo en su estudio de arte: “Tengo un estante donde las puedo colocar, ya literalmente mi casa es mi taller, ocupé todas las habitaciones, me falta el garaje y ya está”.
Los temas que elije para representar en miniatura son aleatorios: “Voy caminando por la por la calle y voy eligiendo hacer una casa que me agrade, que quede bien una con otra. Después se dibuja y se empieza a bocetar. Luego, se lleva a la realidad a través de lo que es 3D, pero lo llevo al plano de lo que es miniatura, lo escalo, a veces es a ojo porque hay cosas que no podes tener la medida”.
En su cuenta de Instagram, @nash_customs92, comparte trabajo que hace. Con una de las maquetas que más se hizo conocida fue con la camioneta ‘hilux justiciera’: “Es una Toyota que lo que está levantando son unos ladrones en tipo de pala. Más que nada me gusta representar ese lado, representar la realidad como puede ser: los patrulleros arruinados, los autos chocados y gastados, creo que es una de las cosas que más me divierte”, aseguró.
Y agregó: “Suponte que yo represente una realidad superlativa, podría ser, por ejemplo, una pileta arriba de un auto, pero la realidad es que pasa eso. A veces la realidad supera la ficción y ayer vi una camioneta con 10 colchones en medio de la calle, pero decís: ‘No entra’ y si entra. Son cosas totalmente bizarras, la otra vez vi que paso la policía y un Spiderman atrás en moto, fue re bizarro ¿Cómo va a pasar un Spiderman? El conurbano es tan surreal, eso es lo que atrapa a la gente. Es una cosa hermosa, pasan estas cosas que es increíble, falta un ovni y ya está”.
Su gran desafío: el conurbano en miniatura
Enamorado de su barrio y del conurbano quiso representar en arte, lo diario y uno de los mayores desafíos que se propuso fue, nada más ni nada menos, que una maqueta de la provincia de Buenos Aires. Este gran reto inició en 2019 con tal solo 60 centímetros, y hoy en día evolucionó hasta tener cuatro metros con 50 y ser la maqueta más grande que hizo, hasta ahora.
Según el artista, su objetivo es “representar una mayor cantidad de situaciones conurbanas posibles y transmitir más todavía ese sentimiento de cotidiano, de la calle, de esa situación del perro terracero, el muchacho vendiendo medias, el trapito que te quiere limpiar el vidrio... esas cosas representan lo que veo, lo que vivo y lo que vive mucha gente acá”.
Con respecto a cuál fue el motivo de su creación, opinó: “Porque es algo que mucha gente lo vive a diario, no le presta atención que está ahí, pero cuando lo ven en miniatura ahí sí. ‘Ah, es como lo que vi’, opinan. Uno se acostumbra a las cosas. Es como que quise plasmar lo que viví en miniatura de alguna forma y encontré la forma de hacerlo, es difícil, pero lo pude hacer”.
Los materiales que usó fueron, en su mayoría, telgopor, yeso, enduido, acrílico y madera. “Depende, por ejemplo, si encontras en la calle un televisor roto, los transistores sirven para algo, las plaquetas sirven para otra cosa, las ventanas se hacen con palitos, funciona todo lo que vaya encontrando básicamente. Es más que nada caminar por la calle, encontras una madera y adentro, me re sirve”, aseguró.
“La parte que más me gusta como quedó es la del supermercado Día con una verdulería. Además, al lado hay una gomería, esa parte fue como la que, a mi criterio, me gusta más por como lo logré, por la la situación que hay una vaca, que es de fibra de vidrio, en la puerta. El resto me encanta también, pero ese pedacito fue como el que más me gusta”, indicó el artista.
Sobre la continuidad de la maqueta, comentó: “Creo que no tiene un fin como tal, por el hecho de que siempre hay situaciones totalmente bizarras y lindas de representar, por ahora, no tiene un final, pero sí tiene una evolución. Al principio, utilicé los materiales más comunes y mundanos posibles, y ahora son parte de impresiones en 3D, todo va mejorando y eso me me gusta”.
“Ahora me estoy tomando un tiempito para ver que estoy en qué puedo hacer, qué puedo representar y qué situación podría ser”. Y como primicia, detalló cómo va a seguir la maqueta del conurbano: “Se viene algo nuevo, que no será la continuación directa del conurbano, pero a la vez, lo será. Estará pensado en otros tiempos”.
El sueño del artista
Adrián espera que su arte llegue a cada rincón del mundo: “Sueño poder vivir de mi arte, poder hacer lo que realmente me gusta y que sea más rentable. Si alguien quiere aportar, que lo haga de una forma u otra, para poder seguir haciéndolo. La gente lo ve y saca muchas sonrisas, siempre hay algún que otro que tiene mala onda, es entendible que a no todo el mundo le guste, que no todo el mundo lo entienda como algo tan común puede llegar a ser una obra de arte, pero las cosas lindas están en los detalles comunes”.
En la actualidad, Adrián hace maquetas a pedido: “Trato de sobrevivir de esto. Tuve que ampliar el negocio, pero cada vez está más difícil porque todo lo que es el conurbano lo hice todo yo. Alguna que otra persona me dio, por ejemplo, mi vieja y mi novia me dieron una mano, me dieron algunos materiales. Además, la gente se fue sumando, pero todo lo demás fue parte mía”.
Y añadió: “Nos pidieron hacer una heladera, de las viejas. Lo que la gente pide se va haciendo. Tengo ciertos miedos y temor de que no sé si me va a salir, pero es un proyecto. Compartí en mi Instagram un camión que medía 60 centímetros de largo. Fue mi primer camión tan grande y hecho con mis máquinas, en mi casa. Siempre voy tratando de avanzar de alguna forma u otra”.
“Me encantaría que alguien pueda permitirme hacer muchas cosas más, que me pueda aportar con materiales y cosas que yo necesito. Porque con porquerías hice todo esto, imagínate si sería más elitista. Hay cosas de modelismo que valen fortuna, por ejemplo, un potecito de pintura de modelismo sale $5.000, y necesitas 20. Simplemente agradezco a todo el mundo que le interesa mi obra, el agradecimiento con todos los que aprecian lo que hice”, señaló.