En dos operativos distintos, fuerzas de seguridad llevaron a cabo procedimientos de control en transportes de pasajeros de larga distancia, resultando en la incautación de sustancias estupefacientes con un valor significativo en el mercado. A continuación, se detallan los eventos.
El primer procedimiento tuvo lugar en el kilómetro 23 de la Ruta Nacional N°105, en el peaje Fachinal, donde efectivos pertenecientes al Escuadrón 50 “Posadas” de Gendarmería Nacional realizaban actividades de prevención y control. Durante la inspección de un transporte de pasajeros de larga distancia, los uniformados solicitaron al pasajero que ocupaba la butaca 13 que mostrara el contenido de su mochila. En ese momento, se detectó un fuerte olor similar al de la marihuana emanando de la mochila.
Motivados por esta circunstancia, los gendarmes procedieron a una búsqueda más exhaustiva del equipaje de mano y encontraron un termo que parecía contener líquido. Sin embargo, en su interior, se halló una bolsa plástica que guardaba una sustancia amarronada. Las pruebas químicas realizadas por el personal de Criminalística y Estudios Forenses confirmaron que se trataba de “cannabis sativa”, con un peso de 484 gramos. A pesar del hallazgo, el pasajero involucrado permaneció en libertad, aunque quedó supeditado a la causa.
El segundo procedimiento se llevó a cabo en el kilómetro 1.274 de la Ruta Nacional N°12, donde gendarmes pertenecientes al Escuadrón 47 “Ituzaingó” realizaban la revisión de otro transporte de pasajeros de larga distancia. Durante la requisa, los funcionarios identificaron una bolsa de nylon que contenía una caja de jugo tipo “tetra brick”. La caja despedía un intenso olor similar al de la marihuana, y ninguno de los pasajeros la reclamaba como suya.
Con la asistencia del personal de Criminalística y Estudios Forenses, se procedió a examinar el contenido de la caja, descubriendo en su interior una sustancia vegetal amarronada. Las pruebas químicas confirmaron que se trataba de “cannabis sativa”, con un peso de 172,24 gramos.
En ambos casos, los magistrados a cargo de las investigaciones ordenaron el secuestro de las sustancias estupefacientes, que en total sumaron 656,24 gramos y tienen un valor estimado de $554.721 en el mercado.
Estos procedimientos demuestran el compromiso de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el tráfico de drogas en el país, y se espera que los implicados en estos casos sean llevados ante la justicia para determinar su responsabilidad en estos delitos.