Susy de Pompert sufrió violencia de género y como es correntina y chamamecera eligió su herramienta cultural para concientizar y ayudar a mujeres que vivieron y transitan su misma experiencia. Anoche actuó en la peña Misionero y Guaraní de Posadas, trayendo su mensaje sólido y combatiente por la igualdad de género.
Ella contó a MisionesOnline que, como mujer, hace algunos años que desde el chamamé, un género tradicional considerado machista, alza su voz y cuenta su historia para generar conciencia.
Levantó una bandera distinta en un género donde brillaron y aún continúan siendo figuras cantantes como María Ofelia, Las Hermanitas Vera, Ramona Galarza y la fallecida María Elena. Su madre le contó que desde los 3 años empezó a cantar y quería ser como su vecina María Berta Enrique, ganadora del premio María Helena en el Festival de Santo Tomé.
A los 14 se inició como solista y unos años después se unió a su hermano con el que conformó el dúo de Los Hermanos de Pompert. En 2007 volvió presentarse como solista y lanzó su primer disco "Tierra desnuda", donde arrancó su etapa de autora.
Desde el chamamé se solidariza con mujeres que como ella sufrieron la violencia de género. Su espectáculo se llama "Brazos fuertes" y para Susy de Pompert es "una militancia cultural que empezó a fines de 2012 porque me di cuenta que, desde hacía años, tenía una herramienta muy valiosaen mi vida que es la música".
Relató el sufrimiento que padeció con el padre de su hijo varón, de quien fue separada cruelmente. Agregó que transformó ese dolor en un gesto de amor hacia sus congéneres con un sufrimiento similar.
Como muchas mujeres se acercaban a Susy para contarle su padecer, luego de cada actuación, surgió la Fundación Brazos Fuertes que contiene y ayuda a mujeres que sufren violencia. Padeció once años de violencia por parte del padre de su hijo Nazareno, por cuya tenencia debió litigar y surgió así su canción "Infancia robada".
Confesó que al hablar de su historia colegas chamameceros correntinos le dieron la espalda y hasta fue censurada o no convocada para los eventos oficiales de Corrientes durante cuatro años.
Esta exclusión, dijo, comenzó en enero de 2013 cuando en la Fiesta del Chamamé relató su historia en una canción que le preparó Tito Gómez. Su testimonio de mujer golpeada fue acompañada por una coreografía de chicas que circulaban sobre el escenario con carteles de consignas.
"Sabemos que es el precio que debemos pagar por meternos en un ambiente ultramachista como lo es el chamamé y en una provincia súper conservadora como es la mía, ortodoxa, conservadora", contó la chamamecera. Hoy su hija Florencia de Pompert, quien fue reina del chamamé, sigue su pasos chamameceros como autora y cantante.