La vida de Andrea De Melo dio un giro drástico hace aproximadamente un mes, cuando decidió hacerse cargo de sus cinco hermanitas. Casada y con dos hijos chiquitos, esta misionera de 27 años asumió la responsabilidad de criar a otras cinco niñas de entre 2 y 12 años de edad, que habían sido apartadas de sus padres luego de sufrir varios episodios de violencia familiar.
Las pequeñas pasaron ocho meses en el hogar María Ana Mogas, período tras el cual la Justicia le ofreció a Andrea la posibilidad de adoptarlas. Ella no lo dudó y desde ese entonces se encargó de su crianza junto a su esposo, Antonio Dos Santos.
Oriundos de la localidad misionera de San Pedro, ante la llegada de las hermanitas la pareja aceptó abandonar la pequeña vivienda que alquilaban para mudarse a una casa propia en Colonia Aster.
"Cuando surgió la posibilidad de que yo me hiciera cargo, primero sería sólo de una de ellas, pero en eso todas declararon al juez que querían vivir conmigo. En ese momento pensé en la gran responsabilidad, pero soy sana, y sentí una gran angustia al pensar que otra personas podían adoptarlas y serían separadas, cuando yo podía tenerlas conmigo, ayudarlas y darles una mano", relató Andrea, en diálogo con El Territorio.
De todas maneras, la mujer todavía teme que las menores sean devueltas a sus padres, ya que el Juzgado de Familia aún no le ha otorgado la tenencia definitiva. En caso de que se apruebe el trámite, podrían acceder al beneficio de la Asignación Universal por Hijo (AUH), lo cual significaría una gran ayuda económica.
"Estoy muy feliz de poder ayudarlas. Ahora estamos reuniendo el dinero para ir de a poco agrandando la casa. Quiero que los jueces me designen la tenencia porque ellas están muy bien. Vivimos frente a la escuela, se integraron muy bien con los demás chicos. Nosotros no queremos que ellas pasen por lo mismo que nosotros", concluyó.