Fondos para la casa donde Andresito fabricaba pólvora para su ejército

En esa casa de 400 años de antigüedad funcionó el Cabildo Guaraní y Andresito, comandante libertador de las Misiones, fabricó pólvora para sus hombres.

El gobernador Passalacqua con el intendente de Concepción de la Sierra, Pernigotti. (MisionesOnline)
El gobernador Passalacqua con el intendente de Concepción de la Sierra, Pernigotti. (MisionesOnline)

El gobernador Hugo Passalacqua entregó un subsidio a la Municipalidad de Concepción de la Sierra para la recuperación y restauración del inmueble situado en pleno centro de la ciudad, tiene más de 400 años y formó parte del denominado "Cabildo de los Aborígenes", una reliquia que guarda valiosos muros y esculturas y constituye un testimonio único de la presencia jesuítica en esa localidad.

Allí funcionó el Cabildo de los guaraníes y también donde se refugió Andresito para fabricar la pólvora que su ejército de los pueblos originarios usaron para frenar a los "bandeirantes" que venían a saquear estas tierras y a esclavizar a las personas.

Tras muchos años de búsqueda de solución para que la casa pasara a manos del municipio, tarea en la que se comprometieron no solo desde la Municipalidad, sino desde la Red de Activistas Patrimoniales (RAP), de la que forman parte investigadores de la Universidad Nacional de Misiones, el intendente Carlos Pernigotti recibió en la tarde de este martes, el monto necesario para concretar la compra de la propiedad que permanecía en manos de privados, con residencia en Buenos Aires.

A partir del momento que se complete el trámite de compra, la casa histórica será restaurada y convertida en un museo. "Es una casa que tiene alrededor de 400 años, era el Cabildo de los Aborígenes. Es el único edificio que queda de la época de los jesuitas. Andresito (Andrés Guacurarí) tuvo ahí su fábrica de pólvora", explicó Pernigotti luego de recibir el mencionado subsidio de manos del Gobernador Passalacqua.

El mandatario provincial había comprometido el aporte económico de la Provincia para rescatar este lugar que da fe de los orígenes de una de las ciudades más antiguas de Misiones, nada más y nada menos que una casa que formó parte de una reducción jesuítica del siglo XVIII, cuyo valor patrimonial es incalculable, como fuente de historia y cultura, además de la posibilidad futura de convertirse también en una atracción turística para la región.