Después de recorrer todos los países del mundo, Nicolás Pasquali (33) volvió a casa. Visitó 196 países —sí, más que los 193 reconocidos por la ONU— y eligió quedarse a vivir en Buenos Aires. ¿Por qué alguien que lo vio todo decide quedarse acá? Su respuesta es tan clara como contundente: “La realidad es que somos número uno en un montón de cosas”, le contó a GENTE.
Durante más de 8 años, Nicolás vivió como un verdadero trotamundos. Cruzó zonas de guerra, dictaduras herméticas y paraísos inexplorados. El último sello en su pasaporte fue Corea del Norte, el 20 de febrero de este año, tras una negociación gestionada por la empresa que reguló su récord como el primer argentino en completar los 196 países.
Pero no todo fue glamour: antes de eso, entró a Sudán en medio de una guerra civil, negociando directamente con un grupo guerrillero. “No conocía a nadie que lo haya hecho desde que empezó el conflicto”, contó.

Cómo financió su vuelta al mundo sin sponsors ni herencias
A diferencia de otros viajeros con apoyos económicos, Nicolás se pagó todo él solo. “Esto no da plata, eh. Te saca”, dijo. Estudió administración, se especializó en finanzas y armó su propio “fondo de inversión personal” trabajando sin descanso: banco, clases de tenis, ventas online y hasta chofer de Uber.

A los 26 años, alcanzó el número que se había propuesto para vivir viajando sin depender de nadie. Y lo hizo. “No era por lujo, era por libertad”, explica.
Por qué eligió volver a vivir en Argentina
Conocer el mundo no lo alejó de su país: lo trajo de vuelta. “La gente critica la economía, pero somos número uno en muchas cosas. Somos amigueros, familieros, cercanos. En ningún lugar del mundo te reciben como acá”, asegura.
Nicolás no busca “irse a ganar más plata”, y lo dice sin vueltas: “Prefiero tener menos guita y ser feliz, cerca de mi gente. Eso no tiene precio”.
Ahora, trabaja en un documental, da charlas motivacionales y planea empezar a hacer streaming. Pero lo más importante, según él, ya lo logró: estar donde realmente quiere estar.
