La periodista Fernanda Iglesias, conocida por no esquivar los temas candentes del espectáculo, se sumó a la controversia que involucra a Wanda Nara, China Suárez y Mauro Icardi. En medio de rumores sobre supuestos pagos a periodistas para favorecer al futbolista, Iglesias dejó clara su postura y explicó cómo se manejan realmente las dinámicas entre las figuras públicas y los medios.
En su cuenta personal de Instagram, Iglesias lanzó un contundente descargo desmitificando las acusaciones: “Se está como instalando que hay personajes que pagan para que uno hable bien de ellos. No pasa eso, chicos. Nadie le paga a nadie para que hable bien”.
La periodista insistió en que estas prácticas no existen en el ambiente del espectáculo: “Eso pasa en la política quizás, en el espectáculo nadie tiene un mango, nadie paga nada”, disparó, refiriéndose a las constantes especulaciones sobre favoritismos comprados en el mundo mediático.
Qué dijo Fernanda Iglesias sobre Wanda Nara, la China Suárez y Mauro Icardi
El escándalo que enfrenta a Wanda Nara, China Suárez y Mauro Icardi sigue sumando capítulos. Todo comenzó en 2021 con el famoso “Wandagate”, cuando se filtraron mensajes entre Icardi y la actriz, desatando la furia de Nara. Día tras día, surgen nuevos episodios y ahora la actriz y el futbolista blanquearon su relación.
En este contexto, surgieron versiones que sugerían que el delantero habría financiado una campaña mediática para limpiar su imagen. Ante estas acusaciones, Iglesias explicó que los vínculos entre periodistas y figuras públicas suelen ser más prácticos que económicos: “Cuando alguien defiende mucho a un personaje probablemente sea porque esa persona le pasa información”, afirmó.
Además, describió cómo se manejan los periodistas de espectáculos al tratar con sus fuentes: “Si vos hablás con alguien, tenés buena onda, te pasa información. No es que te vas a inmolar por esa persona, pero claramente no lo vas a matar ni criticar”.
Para Iglesias, la clave está en balancear la información obtenida de las fuentes con otras versiones para construir una historia. Cerró su análisis con una frase categórica: “Guita no hay, no existe”.