El Gobierno nacional afirmó este jueves que si la oposición quiere aumentar el presupuesto universitario deberá resignar partidas “respetando el marco del déficit cero”, y a su vez advirtió que los rectores piden un “presupuesto expansivo” basado en “una supuesta demanda de alumnos que no se verifica en las estadísticas”.
Así lo expresaron el secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, en una nueva jornada de debate del Presupuesto 2025 en la Cámara de Diputados, donde el conflicto universitario volvió a estar entre las principales preocupaciones de los bloques opositores.
Fue la diputada Danya Tavela, del sector de Evolución y recientemente retirada del bloque radical, quien advirtió que el Presupuesto “no representa lo que planteó el CIN” (Consejo Interuniversitario Nacional), que es de $7,2 billones frente a los $3,8 billones que propone el Poder Ejecutivo. “Esto ha ocurrido históricamente, pero en este caso es el 53% de lo que el CIN ha solicitado”, alertó Tavela.
La diputada preguntó si habrá un cambio en los números y si el monto contiene el 6,8% otorgado en septiembre de incremento salarial y la garantía salarial. En ese sentido, dudó de que se vaya a “mejorar el nivel de conflictividad de este año si tenemos ya de punto de partida estas diferencias”.
Torrendell respondió que “ya este presupuesto actual va a requerir una reasignación específica” porque “en relación al Presupuesto vigente, que da unos $3 billones, con los últimos aumentos otorgados más la garantía vamos a terminar gastando unos $3,4 billones”.
Para el año próximo, sostuvo que “el Congreso tiene la oportunidad de, respetando el marco del déficit cero, estudiar qué partidas se pueden reasignar”. “No somos nosotros los que tenemos que plantearlo”, se desligó.
En ese sentido, los bloques de la oposición dialoguista ya acercaron alternativas al Ministerio de Economía para aumentar las partidas universitarias y otras como las jubilatorias sin alterar el equilibrio fiscal. Una de las propuestas es tocar los fondos incrementados para la SIDE (Secretaría de Inteligencia).
Otra salida a la que el Gobierno se resiste es la de revisar el gasto tributario, esto es, los beneficios fiscales que otorga el Estado para sostener a determinados sectores o zonas. El ejemplo más paradigmático es el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, por el cual el Estado resignará el año próximo más de $1,3 billones, lo que representa un 0,18% del PBI.
Sobre el presupuesto de $7,2 billones que reclama el CIN, el subsecretario Álvarez afirmó que es “expansivo” porque está basado en “una supuesta demanda de alumnos que no se verifica en las estadísticas”. “Incorporan proyectos, no cosas que van a quedar desfinanciadas”, aclaró.
El funcionario también denunció que el presidente del CIN, Víctor Moriñigo, “tiene un alineamiento con un sector del radicalismo y su influencia política lo lleva a decir cualquier cosa”, y en ese sentido sostuvo que “nunca cumplieron” con las “pautas objetivas y verificables” de determinación del presupuesto aprobadas por ellos mismos en seis oportunidades.
“Eso era común porque antes la plata la imprimían. No había ninguna razonabilidad en la distribución del presupuesto. Se distribuía por lobby: aquel diputado que tenía mejores vínculos con universidades lograba mayores índices en el Presupuesto”, advirtió el funcionario.
Por el contrario, resaltó que este gobierno “lo hizo ejecutando lo que realmente se ejecuta: el criterio es carreras en ejecución, cantidad de docentes y no docentes reales, y gasto en electricidad real”, explicó el funcionario, e insistió: “Está perfectamente financiado todo lo que está en ejecución”.
En ese sentido, introdujo una chicana por el baile que realizaron esta semana estudiantes y docentes de la Universidad de las Artes (UNA) en la estación porteña de Once a modo de protesta. Álvarez informó que esa institución tendrá “un aumento del 431% comparando 2024 y 2025″.
Al referirse al presupuesto educativo a nivel general, Torrendell dijo que “contrariamente a lo que han dicho algunos de que ha habido algunos recortes, es al revés: lo que hemos hecho es reagrupar líneas de tal manera de agrupar mejor la forma de invertir los recursos y evitando la dispersión”, ya que al llegar al gobierno se encontraron con “100 programas”.
El funcionario además enfatizó que “de ninguna manera se puede comparar un Presupuesto realizado a base de endeudamiento y emisión, con uno realizado con déficit cero, porque la comparación termina siendo injusta”.