En un hecho que parece sacado de una película, un hombre en Tennessee, Estados Unidos, resultó herido tras ser alcanzado por un disparo accidentalmente efectuado por su propio perro. Este insólito suceso ha vuelto a encender el debate sobre la seguridad en la posesión de armas de fuego en el país.
Un salto con consecuencias inesperadas
Jerald Kirkwood descansaba en su cama junto a su pareja y su perro, un pitbull de un año llamado Oreo, cuando ocurrió el incidente. Según informes de medios locales, el can saltó repentinamente sobre el arma de fuego, presionando accidentalmente el gatillo. Como resultado, un disparo impactó la pierna izquierda de Kirkwood, causándole una herida superficial.
Luego de que sucediera el hecho, la mujer que lo acompañaba tomó el arma y abandonó la escena antes de la llegada de la policía. Mientras tanto, Kirkwood fue trasladado a un hospital, donde se informó que su vida no corría peligro.

¿Un caso aislado o una preocupación mayor?
El evento fue clasificado como un accidente por las autoridades, quienes confirmaron que no se presentarán cargos contra el dueño ni contra la mascota. Sin embargo, el caso ha llamado la atención sobre la tenencia responsable de armas dentro de los hogares.
Armas en EE.UU.: un problema latente
Este no es el primer caso de accidentes relacionados con armas en manos de civiles. De acuerdo con datos de la organización Brady: United Against Gun Violence, las lesiones no intencionales con armas de fuego representan una de las principales causas de hospitalización en el país.
Un estudio de 2018 reveló que EE.UU. tiene más armas en circulación que habitantes, con una población de más de 340 millones de personas. La facilidad con la que se pueden adquirir y la falta de regulaciones estrictas han sido puntos clave de controversia en el debate público.
